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Al actor y director cubano Luis Alberto García “le están tirando duro”, según ha comentado él mismo en su perfil en Facebook.
En el mismo foro donde en otras ocasiones se ha mostrado crítico con algunos asuntos de gran calado social en Cuba, Luis Alberto ha vuelto a ser claro y directo: “Hablo y pienso lo que me da la gana. Como cualquier ser humano”.
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En ese sentido se refiere a la estrategia de los censores del punto de vista ajeno de desacreditar o deslegitimar a quienes lo emiten.
“Hay que graduarse de economía para dar opiniones sobre Economía? Obligatorio ser político para decir un criterio sobre esa cosa? Mira tú...” se ha preguntado en su más reciente post, donde asegura que recoge el guante de quienes le 'están tirando'.
En la misma publicación, donde han comenzado a acumularse los mensajes de apoyo, García se refiere también a “esa genialidad salida de la cabeza del Profesor Juan Triana acerca del “manzanicidio”?”
“Coincidimos sin que yo haya tenido que estudiar esa carrera. Respiré. Tan bruto no so” añade, en su habitual tono sarcástico y fiel a su voluntad de decir lo que estima.
Si en esta ocasión Luis Alberto ha puesto la diana en quienes usan el argumento de la 'no idoneidad' de alguien para decir lo que piensa -tan al uso cuando no se acepta la divergencia de criterios- en otras han sido instituciones cubanas o procederes de sus autoridades los que han motivado la reflexión del tan popular y querido actor cubano.
Hace unos días, criticaba la nula cobertura que se había dado en las noticias culturales del NTV a la película de la directora española Icíar Bolláin Yuli -sobre la vida del coreógrafo y bailarín cubano Carlos Acosta- premiada con el mejor guion en el Festival de San Sebastían.
Pero poco antes pasaron por su ojo y pluma críticos la atención ejemplarizante de la prensa cubana sobre el caso de la compra de 15 mil manzanas en la Puntilla frente al silencio sobre el demencial precio de un paquete de espaguetis en una tienda en La Habana.
Tampoco ha permanecido callado ante la actuación de Cuba en los recientes Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla y lo que catalogó como “sísepuedismo” previo “(mutación peligrosa del triunfalismo) que aqueja a buena parte de nuestros dirigentes y que padecen algunos de sus invitados” ni ha dejado de compartir sus preocupaciones sobre el estado de salud del deporte nacional cubano: la pelota.
Activo en las redes, brillante en su trayectoria profesional, comprometido con hacerles frente a la homofobia, la discriminación o la censura a los artistas, Luis Alberto ha dejado más que claro que seguirá siendo coherente con sus principios y diciendo públicamente lo que piensa pues, como él mismo se autodefiniese en alguna ocasión para un medio cubano, es un “mambí incómodo. Insurrecto. Siempre irredento.”
A continuación reproducimos íntegramente sus palabras en Facebook.
Me están tirando duro. Recojo el guante.
Actor es sinónimo de imbécil solamente porque alguien escribe lo que decimos en pantalla o en las tablas? Mal estamos.
Hay que graduarse de economía para dar opiniones sobre Economía?
Obligatorio ser político para decir un criterio sobre esa cosa?
Mira tú...
Y tanta gente hablando mierda durante años sobre la cultura y los artistas y sus obras sin haber estudiado en la ENA O el ISA? Sin haber estado siquiera en La Colmenita? Ni en un grupo de aficionados de una Casa de Cultura?
Hablo y pienso lo que me da la gana. Como cualquier ser humano.
Por cierto: han leído esa genialidad salida de la cabeza del Profesor Juan Triana acerca del “manzanicidio”? Coincidimos sin que yo haya tenido que estudiar esa carrera.
Respiré. Tan bruto no soy.
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