Diez canciones de Aznavour tarareadas por 3 generaciones de cubanos

Cantante singular, poeta, actor y diplomático, Charles Aznavour nos dejó un grupo de canciones, en habla hispana, vinculadas a la intimidad de muchísimas personas, en Cuba y el mundo entero

Charles Aznavour junto a Compay Segundo, durante su visita a Cuba © Cubarte
Charles Aznavour junto a Compay Segundo, durante su visita a Cuba Foto © Cubarte

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Este artículo es de hace 6 años

En una carrera de 70 años, con más de mil doscientas canciones grabadas en ocho idiomas, el genial cantautor franco-armenio gozó de una extraordinaria popularidad en Cuba a partir de varios discos titulados Aznavour canta en español, y editados entre 1965 y 1967, y que por supuesto resumían las mejores canciones del divo en quince años de carrera y en excelentes traducciones a nuestro idioma.

Con aquellas erres guturales y la voz grave, Aznavour cantaba como nadie aquellas decenas de canciones que él mismo compuso, canciones que tenían la virtud de atrapar instantes íntimos con los cuales pudieron identificarse millones de personas.


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1. Venecia sin ti se lleva la palma entre todas. Es probablemente una de las canciones más cantadas en Cuba desde finales de los años sesenta hasta ahora mismo. Es difícil que en otros países haya gozado de tan larga y extraordinaria popularidad esta canción que asocia góndolas y canales con la irremisible nostalgia por el amor perdido.

2. La bohemia habla también de pérdidas y nostalgias, pero más bien se refiere a una época, a un barrio, a un modo de vivir, a la ciudad Luz: “bohemia de París, alegre, loca y gris, de un tiempo ya pasado, en donde en un desván, con traje de cancán, posabas para mí. Y yo con devoción pintaba con pasión tu cuerpo fatigado, hasta el amanecer a veces sin comer y siempre sin dormir”.

3. Buen aniversario: Nos permitía asomarnos a lo más elegante de la vida parisina, de mujeres que encargan vestidos caros a las casas de moda, visten visones, se mueven en aviones de lujo, ven la ópera Manon en un teatro de primera… pero lo mejor era la escena doméstica de embarazo no confesado, y desconcierto masculino.

4. ¿Quién? propone una serie de preguntas que ella, la pareja de Aznavour en ese momento, nunca pudo responder. Tiene un contenido similar a una canción de Serrat un tanto posterior, Si la muerte pisa mi huerto, pero la de Aznavour es más lóbrega, triste, resignada: “Quién besará tu pelo y en tu negro duelo te pondrá un clavel? y ya diferente te verá la gente, nueva y sonriente como un cascabel.”

5. Con es una de las pocas canciones de Aznavour consagradas a la alegría de amar y ser amado por una persona especial: “con tus ademanes de nueva ola/ con la forma extraña de usar tu idioma/ con la juventud que tiene tu vida/ yo te querré proteger mi amor”.

6. Yo te daré calor es no solo alegre sino ligeramente erótica, cálida, seductora: “Si el aire riza sin piedad tu pelo, mi suéter ponte sin tardar, amor, mas si persiste el frío en ti, mi cielo, yo te daré calor”.

7. Y por tanto no es ni alegre ni triste, es como agridulce a la hora de asumir la despedida: “Para soñar a otros brazos buscaré y solo tu nombre olvidaré, mas tu nunca podrás a mi lado volver, y mi mal, y el temor y el dolor quedarán. Y por tanto, te dejaré de amar”.

8. Cuando no pueda más le canta también a la ruptura, pero entendida en términos positivos, como liberación: “Cuando no pueda seguir, harto de vivir así, sin poder hallar en ti, lo que yo soñé lograr, cuando pueda ver que tú no quieres oír mi voz, al saber la verdad, te podré abandonar”.

9. Tus dieciséis años le cantó como nadie a las ilusiones de la juventud y al abatimiento de la vejez. Hay una canción de Pablo Milanés que tiene un contenido similar, ambas son hermosas, aunque la del cubano es más desconsoladora, Aznavour simplemente asume que será olvidado por una muchacha llena de vida que dice amarlo.

10. Debes saber suministra algo así como instrucciones de lo que uno debe saber cuando se ha perdido el más grande amor de tu vida y no se puede hacer nada de nada por recuperarlo, como suele ocurrir.

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Joel del Río

Joel del Río. Periodista, crítico de arte y profesor. Trabaja como redactor de prensa en el ICAIC. Colabora en temas culturales con algunos de los principales medios en Cuba. Ha sido profesor en la FAMCA y la EICTV, de historia del cine y géneros cinematográficos.


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