El Arzobispo de Santiago de Cuba, Monseñor Dionisio García Ibáñez, confía en que el caso de Tomas Núñez Magdariaga, preso cubano que lleva más de 50 días en huelga de hambre, se resuelva pronto.
El sacerdote, quien visitó este fin de semana a Núñez Magdariaga en el hospital Juan Bruno Zayas, reveló a Radio Martí que el gobierno debe cerrar un proceso que ya no tiene fundamento legal.
“Al haberse retirado la denuncia, ya no hay caso”, dijo.
Monseñor García Ibáñez intercedió ante las autoridades para salvar la vida del activista, condenado el pasado 14 de agosto a un año de cárcel por un falso delito de amenazas.
En septiembre, debido al deterioro de su salud, fue trasladado desde el penal de Boniato hasta la sala de penados del hospital santiaguero, donde está custodiado por militares. A pesar de haberlo solicitado en varias ocasiones, la familia no podrá visitarlo hasta que abandone su protesta, considerada una “indisciplina” por la policía.
Acerca de su encuentro, el religioso afirmó que Magdariaga está fuerte y lúcido.
“Estaba sentado en la cama. Conversamos él y yo solos (...) El permite que lo alimenten por vía intravenosa”, reveló.
Según Radio Martí la persona que acusó al opositor, nombrada Aldo Rosales Montoya, ha asegurado que en el momento de la inculpación contra el activista de la Unión Patriótica de Cuba, trabajaba para la Seguridad del Estado.
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