Vecinos de la provincia cubana de Artemisa denuncian situaciones de escasez, acaparamiento y 'coleros' en las 92 farmacias del territorio. Da fe de ello Maricela Fernández, una artemiseña que sobrepasa los 60 años y que el pasado 3 de octubre salió en busca de todas las medicinas que tiene asignadas en el tarjetón y sólo encontró una de ellas.
Algo similar le ha ocurrido a Fabiola Quiñones, de 68 años, cuyo esposo ha sufrido un infarto y el antigregante plaquetario que necesita lleva meses desaparecido. Cuando entra a la farmacia ella hace guardia desde las 4:00 a.m hasta que abren. "Las colas y los problemas ocurren por el exceso de población que atienden aquí. Algunos hasta fingen ser impedidos físicos y, como no les piden su carné, les compran a otros", asegura en declaraciones al diario local Artemiseño.
Del 24 al 30 de septiembre pasado se registraron 88 medicamentos en falta en Artemisa. De ellos, 21 fármacos son importados y 67, hechos en Cuba. En Alquízar, por su parte, eran 86 los fármacos desaparecidos.
"Cuando recibimos un medicamento en falta no permanece más de 72 horas en el almacén", dice Xonia Tenreiro, jefa del Departamento de Medicamentos y Tecnologías Médicas de la Dirección Provincial de Salud.
La escasez de medicinas afecta por ejemplo a pacientes crónicos como los hipertensos, que el pasado 2 de octubre hacían cola en las afueras de la farmacia del Consejo Popular San Cristóbal.
Ellos aseguraron al rotativo local que las colas se hacen sobre todo para medicamentos básicos como la dipirona, la vitamina C y las gotas. Allí sufren a los coleros que venden turnos a quienes compran fármacos para revender.
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