El cantante Miguel Bosé se ha trasladado a México donde está rehaciendo su vida tras ser incluido en la lista negra de morosos de la Hacienda española y separarse de Nacho Palau, un escultor español con el que comparte paternidad.
Precisamente el acuerdo al que ha llegado con su expareja sobre sus cuatro hijos - Diego, Tadeo, Ivo y Telmo - ha puesto al artista de 62 años en el ojo del huracán, y es que según relata una periodista en el diario El Mundo, ambos padres habrían tomado la decisión de quedarse cada uno con dos hijos.
"La decisión fue difícil, pero no les quedó otra opción que repartirse los críos: dos para Miguel y dos para Nacho. Hoy los hermanitos se echan de menos, pero sus papás suplen esas carencias con largas sesiones de amor y Skype", afirmó Carmen Rigault en el medio español.
Ninguno de los dos ha explicado las causas de su separación, pero lo que está claro es que cada uno está a un lado del Océano Atlántico intentando reconstruir su vida con dos de sus hijos.
Las críticas no han tardado en inundar las redes sociales, donde los usuarios cuestionan el pacto al que han llegado los progenitores de los pequeños de 7 años:
"Se reparten los hijos como si se tratara de objetos", comenta un usuario de Twitter.
Mientras tanto, otros han sido más duros.
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