En la mañana de este miércoles el avión en que viajaba la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia debido a un "problema mecánico".
Según lo indicado por los propios periodistas que acompañaban a la primera dama, apenas unos diez minutos después del despegue el humo llenó la cabina del avión y se sentía un fuerte olor a quemado por lo que esta debió regresar a la Base de la Fuerza Aérea de Andrews (Maryland).
La comitiva se colocó toallas mojadas sobre la cara hasta que el avión aterrizó en la base militar sin mayores contratiempos. Medios de prensa destacan que Melania fue vista saliendo del avión en Andrews y que parecía encontrarse "bien de salud".
Stephanie Grisham, directora de comunicaciones de la primera dama, informó que el incidente fue un "problema mecánico menor" y aseguró que "todo está bien y todos están a salvo".
Melania Trump había partido desde la Base de Andrews para desplazarse hacia Filadelfia -un vuelo de menos de una hora de duración- para participar en un acto de la campaña Be Best ("Sé mejor"), una acción centrada en los niños y destinada a luchar contra el abuso de opioides y el acoso en internet.
La primera dama tenía previsto ir al hospital de la Universidad Thomas Jefferson para visitar bebés que han sufrido exposición a opioides y hablar con sus familias.
Entre los planes también figuraba que Melania diera una conferencia sobre ese mismo tema en la tarde de hoy.
Un portavoz de Servicios Humanos y de Salud ha explicado que la primera dama continuará el viaje en cuanto esté listo un nuevo avión.
La Casa Blanca no ha dado de inmediato una explicación oficial de lo sucedido y ha informado a los periodistas que el viaje "se está reevaluando".
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