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Un joven profesor camagüeyano ha creado en su casa un pequeño zoológico de animales disecados, con el que ha logrado interesar a sus alumnos en la Biología.
Leosvany Canut Pose, de 32 años de edad, tiene casi 40 animales entre peces, reptiles, anfibios, insectos y aves.
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“Lo último que disequé fue un tiburón, que les llama la atención a muchas personas, especialmente a los niños”, reveló a Juventud Rebelde.
El taxidermista de Guáimaro, como es conocido en su localidad, recuerda cuando siendo un adolescente iba con su papá de cacería y pesquería, y él solía quedarse absorto mirando a los animales.
Ya de adulto, se molestaba al ver que a sus alumnos les aburría la asignatura que imparte.
“Un día decidí conservar un cangrejo azul o americano que recogí muerto de la costa y cuando logré disecarlo lo llevé al aula. Aquello fue tan sorprendente que comencé a pensar cómo integrar la taxidermia a mis clases. Los muchachos se motivan cuando ven a los animales conservados”, dijo Canut Pose.
El también máster en Ciencias de la Educación exhibe con orgullo un tiburón toro —denominado además tigre de arena o damisela—, una lechuza, una iguana cubana, un cocodrilo, una jutía conga, un halcón peregrino, un majá de Santa María, un tamboril y un pez globo o guanábana, entre otras especies.
“Mis animales disecados fueron donados después de muertos por personas que no querían que sus mascotas fueran olvidadas. Otros fueron encontradas en el monte a pocas horas de estar sin vida, e incluso hay quien ha recogido aves muertas en la carretera y me las ha traído para que las conserve”, concluyó.
Su mayor sueño ahora es contar con un local para ejercer su oficio, y poder convocar a una mayor cantidad de jóvenes interesados en conocer la rica fauna de la región.
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