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La actriz, directora artística y diseñadora de escena Berta Martínez López, pionera de la televisión cubana, falleció en la madrugada de este sábado a sus 87 años de edad, informaron medios nacionales.
Maestra de varias generaciones de actores y teatristas, Berta fue miembro fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y recibió numerosas condecoraciones a lo largo de toda su carrera, incluida la del Premio Nacional de Teatro en 2000 y el título de Doctora Honoris Causa de la Universidad de las Artes.
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En los comienzos de su trayectoria (1946), Berta comienza a trabajar como actriz aficionada e ingresa en la Academia Municipal de Arte Dramático de La Habana. En los próximos años sería conocida como una de los nombres más prometedores de la actuación en la Isla.
Se gradúa como locutora en 1950 y entra a formar parte como profesional de la Asociación Cubana de Artistas Teatrales (ACAT). Cinco años más tarde, viaja a New York para seguir formándose en la Bown Adams Profesional Studio.
A su regreso a La Habana, se integra al Grupo Prometeo, representante de la vanguardia teatral en el país, con el que realiza su primera dirección teatral: “El difunto señor Pic”, la cual también protagoniza. Recibe el “Premio Prometeo” a la Mejor Dirección del Año 1957 y a la Mejor Actuación Femenina, y el Premio Nacional ARTYC a la Mejor Dirección y a la Mejor Actuación Femenina.
Durante tres años consecutivos (1958, 1959 y 1960) consigue estos lauros, los más importantes de entonces, tanto por sus trabajos actorales como por sus primeras puestas en escena.
En 1961 entra a formar parte del grupo Teatro Estudio, donde son memorables sus actuaciones en “Madre Coraje y sus hijos” y “Contigo pan y cebolla”, del Héctor Quintero, y bajo la dirección de Sergio Corrieri, con su interpretación del personaje de Lala Fundora.
Dirigió para Teatro Estudio numerosas obras como “La casa vieja”, de Abelardo Estorino, “Don Gil de las calzas verdes” de Tirso de Molina, Bernarda, versión de la “Casa de Bernarda Alba”, de Federico García Lorca, “Bodas de
Sangre”, de Federico García Lorca, “Macbeth”, de William Shakespeare, “La zapatera prodigiosa”, de Federico García Lorca y asumió el estreno mundial de “La aprendiz de bruja”, de Alejo Carpentier, única obra teatral de este escritor.
Según la enciclopedia Ecured, su último trabajo fue el reestreno de su versión para actores de “La verbena de la paloma” con la Compañía Teatral Hubert de Blanck, en la Sala Teatro del mismo nombre, en noviembre del 2002.
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