La dramaturga cubana María Irene Fornés ha fallecido este martes en Nueva York a los 88 años. Fornés fue una de las voces latinas más influyentes del siglo XX, según la revista Vogue.
Sus obras fueron el sello de teatro experimental durante cuatro décadas, señala el diario The New York Times sobre esta cubana, víctima del Alzheimer. En ocho ocasiones ganó los Premios Obbie, el equivalente de los Tony para los artistas fuera de Broadway.
Entre sus más de 40 obras destacan el musical Promenade (1966), el drama Fefu and Her Friends (1977), Mud (1983) y Balseros (1997). Solo su comedia The Office (1965) se representó en Broadway.
"Irene fue una pionera en el teatro estadounidense, aunque la innovación no era su objetivo. Su trabajo es altamente teatral, impactante y visceral", dijo James Houghton, director artístico y fundador de la compañía teatral Signature, a The New York Times.
Fornés salió de Cuba en 1945 con solo 15 años y desarrolló toda su carrera en Nueva York alejada de los grandes focos de Broadway, agrega el diario neoyorkino.
La dramaturga murió rodeada de seres queridos, según Michelle Merman, creadora del documental The Rest I Make Up sobre la vida de María Irene Fornés.
En las redes sociales sus amigos han lamentado su muerte y han compartido sus palabras.
"Es maravilloso ser ordinario. Solo eres una persona, eso es todo. Soy ordinario, ya sea que lo sienta o no. Si creo que soy especial, todavía soy normal. Uno tiene que recordar que tú eres igual de común, como todos los demás. Usted es sólo un ser humano", dijo en una ocasión.
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