El cubanoamericano John Barsa fue designado por el presidente estadounidense, Donald Trump, para ocupar el cargo de Administrador Asistente de la Agencia Internacional de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID).
En estos momentos, Barsa funge como Subsecretario Adjunto Principal de la oficina de Alianza y Compromiso del Departamento de Seguridad Nacional, (DHS OPE).
Es hijo de una cubana que emigró a Estados Unidos en la oleada de los primeros exiliados de la década del sesenta.
De profesión abogado, Barsa integró la reserva del Ejército de Estados Unidos por casi una década y fue miembro del grupo de fuerzas especiales 11 y el batallón de asuntos civiles 450.
También trabajó para Lincoln Díaz-Balart, en asuntos de política exterior y cuestiones de Seguridad Nacional.
Se graduó en la Universidad Internacional de la Florida, trabajó para la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio y el Departamento de Seguridad Nacional durante el mandato de George W. Bush, y fue parte del equipo de transición del presidente Trump.
El pasado mes de junio, Trump firmó un proyecto de presupuesto de 20 millones de dólares "para promover la democracia y los derechos humanos en Cuba", fondos que se canalizan principalmente a través del Departamento de Estado y programas de la USAID.
Barsa es uno de los varios cubanoamericanos que han sido asignados para ocupar puestos importantes en la administración Trump, como es el caso de Carlos Trujillo, representante ante la OEA, y el de Mauricio Claver-Carone, parte del Consejo Nacional de Seguridad, entre otros.
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