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Contratos de trabajo… sin sueldo. La modalidad es de factura exclusivamente cubana, y a pesar de que pasa inadvertida para la mayor parte de la opinión pública internacional, viola de forma directa las normas de la Organización Internacional del Trabajo creada en el Tratado de Versalles, según las cuales ningún contratista, organización o Estado pueden lucrar despojando a un trabajador de su salario.
Los contratos laborales que firmaron los médicos cubanos para el programa “Más Médicos”, recientemente desarticulado por Cuba por diferencias con el mandatario brasileño electo Jair Bolsonaro, explicitan sin margen a duda que el laborante cubano no percibe un salario por su desempeño.
Cuba le llama estipendio. Y ese estipendio se considera una ayuda gubernamental cubana para el cooperante, que se sobreentiende realiza su labor gratuita y desinteresadamente. CiberCuba ha obtenido una copia de un contrato firmado en 2017 por uno de estos cooperantes. En el inciso D) de dicho contrato, la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos S.A. (entidad estatal cubana) afirma que se compromete a:
D) Garantizar mensualmente al profesional de la salud cubano, incluido el mes de vacaciones del primer y segundo año del trabajo, el pago correspondiente por concepto de estipendio ascendente a 2976,26 reales brasileños.
La diferenciación entre salario y estipendio no es ociosa: justifica los manejos del estado cubano con el dinero que perciben sus colaboradores. ´
“Se trata de una argucia muy burda para despojar a un ser humano de su salario”, explica a CiberCuba el analista político Oscar de Armas, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Internacional de la Florida (FIU). “Con esta terminología de llamar estipendio al salario que devenga el médico, Cuba despoja de valor comercial la labor que estos realizan y, en consecuencia, vende la idea de que sus médicos son apenas colaboradores voluntarios, por amor al trabajo.”
En efecto, así lo ratifica un boletín que emite regularmente el MINSAP y que en su edición de este martes respondía a la siguiente pregunta: “¿Cuba le quita el salario a los médicos de Brasil?”
La respuesta es elaborada a partir de varios puntos de demagogia absoluta. El segundo de ellos, refiere:
“Los colaboradores de Brasil no reciben salarios porque no son empleados del sistema de salud, sino becarios que prestan servicios especializándose en servicios primarios de Brasil (…) Los colaboradores que por elección personal deciden participar en el Programa Más Médicos firman un contrato con el Ministerio de Salud Pública por el cual deciden voluntariamente compartir ingresos para fortalecer el sistema de salud cubano”.
Se trata, según el profesor de Armas, de una de las prácticas esclavistas más aborrecibles que persisten en este hemisferio.
“¿Cómo es posible que un gobierno como el brasileño haya permitido semejante desfachatez según la cual esos médicos no cobran salarios, lo hacen por voluntad solidaria, a sabiendas de que el dinero que les corresponde a ellos va a manos del Estado comunista cubano? Sin dudas he ahí una buena pregunta para las cortes internacionales de derechos”, acota.
El boletín prosigue en su explicación draconiana:
“Los colaboradores en Brasil reciben un estipendio para gastos personales y el Programa financia su alimentación, vivienda, transporte y seguro médico, lo que hace parte de sus ingresos. Los colaboradores cubanos tienen vocación solidaria y prefieren compartir beneficios para el bien común de su país, en vez de defender una visión egoísta e individualista”.
También aquí radica una trampa.
Según han explicado colaboradores a CiberCuba, las prefecturas municipales aportan sumas en reales que oscilan entre los 300 y 600 dólares por mes. Con eso, deben ellos pagarse vivienda, comida, seguros médicos, transporte, electricidad, internet, teléfono, absolutamente todo. No les alcanza.
“Debemos coger de nuestro estipendio para pagarnos el día a día. Al final lo que ahorramos es una verdadera miseria”, nos explican.
Sin embargo, Cuba insiste en que la diferencia aberrante entre los 2976,26 reales que les entregan a los médicos en calidad de “estipendio”, (unos 700 dólares, con suerte, en dependencia del valor oscilante del euro, la moneda a la que los médicos pueden cambiar normalmente sus ingresos para luego cambiarlas otra vez al dólar) y los 11,800 reales (unos 3,100 dólares) que paga Brasil por cada médico, las dona desinteresadamente cada colaborador para contribuir con el país.
“Ve y mira los hospitales cubanos”, agrega otro colaborador que ha decidido no regresar. “Visita los policlínicos de todo el país, las salas de urgencia, las reservas de antibióticos y gasas y placas para rayos X, todo. Mira el estado en que se encuentran las instalaciones médicas cubanas. Ahí verás si en realidad los millones de dólares que nos roban a nosotros contribuyen con la salud nacional en realidad.
Los colaboradores cubanos recibieron este lunes día 20 de noviembre el pago correspondiente a este mes (con 15 días de retraso, atendiendo a las condiciones contractuales firmadas) y el gobierno cubano les afirma que recibirán el pago de sus vacaciones una vez se encuentren en la isla. “No les creemos una palabra”, nos dicen colaboradores. “Solo están buscando que regresemos a como dé lugar.”
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