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Ni José Rojas, realizador cubano de videos musicales, ni el famoso dúo Yomil y El Dany se esperaban que un trabajo en común, el clip Tú me debes algo, alcanzara nada menos que siete nominaciones en los premios Lucas.
Con una tremenda popularidad entre los jóvenes, a los dos lados del Estrecho de la Florida, el dúo se consagra ahora con este video musical, pues el jurado de especialistas, que decide premios y nominaciones de los Lucas, tomó muy en serio este trabajo, y le confirió siete nominaciones, a la par con el muy estimado Mi casa.cu, de Tony Ávila.
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Nunca, hasta ahora, un video de Yomil y El Dany había logrado semejante aceptación de los especialistas ni tampoco había contado con un aplauso tan definitivo de alguna institución cultural cubana del ámbito oficial, pues se sabe que existe un fuerte prejuicio contra la música urbana, en especial, contra el reguetón.
Tú me debes algo fue nominado en varias de las principales categorías o especialidades, es decir, mejor video del año, mejor video de música urbana, mejor producción, dirección, efectos visuales y making of. Sin embargo, a pesar de tanto reconocimiento de los Lucas, el video apenas se televisa por los canales oficiales, y continúa circulando clandestinamente.
Las razones de la limitación en la promoción televisiva de Tú me debes algo probablemente obedezca (y estamos especulando porque nadie sabe ciertamente lo que pasa por la cabeza de los censores) a cierto contenido de violencia en un entorno marginal específicamente habanero. Además, hay una historia de promiscuidad sexual entre la modelo protagonista, que al parecer tiene relaciones con los dos cantantes al mismo tiempo.
Tú me debes algo retoma la socorrida atmósfera del solar habanero (constante en muchos videos de los años noventa y principios de los 2000), con su mesas de dominó y sus toques de santos, y las puertas de la cuartería abiertas de par en par. Toda esta atmósfera es aprovechada por José Rojas para recrear esta suerte de insinuado triángulo amoroso, a través de una historia no cronológica, que recurre a ralentizaciones extremas de los movimientos, e incluso al congelamiento total de la acción.
De este modo se describe, con riqueza de detalles y colores muy saturados (que recuerda a ratos al filme cubano Los dioses rotos), una atmósfera marginal inherente al thriller urbano, con sus persecuciones en carro, pandillas y violencia física, en contrapunto con la letra sencilla de una canción cuyo texto resulta enriquecido por la visualidad y los aportes narrativos del video.
Aunque en Cuba haya llegado un tanto tarde el reconocimiento de las instituciones culturales, Yomil y El Danny, es decir, Roberto Hidalgo y Daniel Muñoz fueron nominados a un Billboard Latin Music Award y grabaron seis discos entre 2015 y 2017. Sus grandes éxitos fueron divulgados, sobre todo, a través del paquete y de las redes sociales. De este modo conquistaron un éxito extraordinario, fuera de Cuba, cuando aún no habían salido de la Isla por primera vez.
Ellos han preferido eludir el exceso de grosería y expresiones soeces que abundan en las letras del trap y el reguetón, e incluso del traptón, una modalidad que parece ser la preferida del dúo.
A pesar de todo, Yomil y El Dany han padecido prohibiciones y la abierta hostilidad de las autoridades culturales, a pesar de que artistas bien establecidos, y respetados, como Amaury Pérez y Elio Revé, los llamaron para hacer música juntos. Tú me debes algo, quizás, comience a cambiar ese panorama innecesariamente tenso.
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