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Las obras del Mercado de Cuatro Caminos, en el Cerro, se están haciendo eternas. Empezaron hace cinco años, en 2013, y aún va por el 42% de ejecución, lo que significa que no se ha hecho todavía más de la mitad de los trabajos de rehabilitación que necesita el emblemático edificio para reabrir sus puertas.
El Gobierno cubano pretende inaugurarlo en julio de 2019 con motivo del 500 aniversario de villa de San Cristóbal de La Habana, que se celebra en noviembre del año que viene, según recoge el sitio Cubadebate.
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El bajo ritmo de la remodelación de Cuatro Caminos, que inició el Grupo de Inversiones Cimex, ha sido marcado por "el alto grado de deterioro" del mercado, apunta la web oficialista.
En todo caso, los trabajos han avanzado a ritmo cubano: durante todo 2014 sólo se hizo el estudio de reforma y entre 2015 y 2016 se dedicaron a retirar "violaciones arquitectónicas".
A mitad de 2016 se intervino en vigas, entre-pisos, fachadas y techos. Para entonces ya se habían incorporado a las obras dos cooperativas no agropecuarias y la empresa Atrio, del Ministerio de Cultura.
El portal oficialista no detalla qué trabajos se hicieron en 2017 y se limita a concluir que a estas alturas sólo se ha ejecutado el 42% de la obra.
Los planes futuros
En la esquina del edificio de Cuatro Caminos que da a Monte y Arroyo se ubicará una tienda del Cimex mientras que el tradicional mercado agropecuario tendrá entrada por Matadero y Cristina. En esta última calle también se ubicarán los famosos puestos de flores.
Asimismo se habilitarán baños públicos junto a las escaleras que dan acceso al segundo piso. Además, se mantendrá un espacio con fines religiosos con acceso desde el portal. Ahí estará Elegguá.
Cuatro Caminos tendrá paneles fotovoltaicos que producirán hasta un 60% de la energía que necesitará el edificio, que utilizará una plataforma inteligente para controlar la electricidad y la climatización.
La restauración aspira a mantener elementos de vidrio y metal y a reinterpretar la carpintería de la época. Además se mantendrán los relojes que han estado en el edificio siempre, pero ahora se les pondrán "esferas dobles para que puedan ser visualizados desde el interior".
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