A partir del próximo 7 de diciembre comenzarán a aplicarse nuevas regulaciones para el trabajo por cuenta propia en Cuba, un conjunto de 20 normas jurídicas que varios trabajadores del sector ven con preocupación y desconcierto.
Anunciadas en una Gaceta Oficial en el pasado mes de julio, la nueva normativa afecta a casi 592 mil trabajadores por cuenta propia que representan el 13% de la fuerza laboral en la Isla, y de cuyos ingresos dependen al menos un millón y medio de personas, en una población que ronda los 11.2 millones de habitantes.
"Limitan mucho la actividad por cuenta propia, mucho mucho (...) un golpe demoledor, creo yo, para una enorme cantidad de personas", ha declarado a la agencia AFP el abogado Julio Antonio Fernández.
"Vemos que el presidente (Miguel) Díaz-Canel va a seguir con una senda de transformaciones graduales, pero que en esencia no tocará la columna vertebral del sistema centralizado y el monopolio de la empresa estatal", ha dicho por su parte el economista cubano Pavel Vidal, de la Universidad Javeriana de Colombia.
Entre lo más significativo de las medidas está la concesión de solo una licencia por persona y se fija la obligatoriedad de tener una cuenta bancaria fiscal.
Apenas un par de ejemplos ya sirven para ilustrar el aumento de las restricciones: un restaurante y una cafetería no podrán compartir un mismo inmueble, y un cuentapropista que rente habitaciones no podrá dar de comer a sus inquilinos.
"Ahora no puedo darle desayuno ni almuerzo a los huéspedes, solo cama. Eso es menos dinero que me entra", ha dicho una arrendadora de un inmueble en El Vedado.
Las medidas introducen otros cambios que fijan un mayor control y organización del trabajo privado: aumentan las regulaciones en lo relativo a los impuestos y la contratación de la fuerza de trabajo, además se limita el alcance de cada actividad (123 en total), y se fijan nuevas contravenciones.
Las medidas en general aumentan los requisitos burocráticos y procuran evitar la evasión fiscal e impedir el enriquecimiento personal.
El delicado tema de la concentración de la riqueza está presente en los documentos programáticos de las reformas económicas, aprobados por el Partido Comunista (PCC) y la Asamblea Nacional.
La aplicación de las medidas se produce en un momento en que el crecimiento económico del país no parece superar el 1.1% y en que el Gobierno cubano se muestra principalmente interesado en atraer inversión extranjera.
Pese a que la viceministra primera de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Marta Elena Feitó Cabrera, reconoció en meses atrás que el trabajo por cuenta propia ha incidido en “el reordenamiento laboral y la reducción de plantillas infladas en el sector estatal y, a su vez, ha contribuido gradualmente a liberar al Estado de algunas actividades productivas y de servicios no estratégicas para el desarrollo del país”, recalcó que las desviaciones llevaron a la suspensión temporal en 2017 de nuevas autorizaciones.
El parón de varios meses condujo a la nueva normativa, que a partir de este 7 de diciembre se convertirá en un nuevo reto para el sector privado en Cuba.
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