Los venezolanos protestan desde principios de diciembre porque el pernil de cerdo prometido por el presidente Nicolás Maduro para esta Navidad se reparte, a través de los puntos de abastecimiento conocidos como CLAP, solo a los que votaron por su partido.
"Aquí en el barrio hay personas que tienen familiares militares y todos tienen siete perniles en su casa y para nosotros no hay nada. Cuando necesitan votos sí vienen para acá", dice Marisol García, residente en la ciudad de Maracay. "No tenemos derecho a protestar porque nos agreden", agrega.
Los ciudadanos denuncian en las redes sociales que el gobierno de Maduro lleva dos años consecutivos con la promesa incumplida de un pernil navideño y un bono que incluye productos para elaborar hallacas, un plato venezolano 'parecido' a los tamales cubanos.
“¡Este año no vamos a fallar con el pernil, viene el pernil completo, grande y gordote para todos los CLAP! ¡Pernil bolivariano!”, dijo Maduro el pasado 23 de noviembre.
Los CLAP, Comités Locales de Abastecimiento y Producción, son la respuesta del gobierno de Maduro a la escasez de alimentos, la crisis económica y la hiperinflanción en el país. Desde su creación en 2016 el sucesor de Hugo Chávez dijo que "primero los CLAP y luego los demás".
Según declaraciones del activista Feliciano Reyna a Amnistía Internacional, son "un mecanismo de control coercitivo contra las personas en condiciones más vulnerables".
"Es increíble que la gente venda hasta su alma por un 'bono navideño' y pernil. Tras ejercer su voto en la pantomima electoral, los electores van al 'punto rojo' para escanear su 'Carnet de la Patria' y recibir los 2000 bolívares prometidos", tuiteó una ciudadana junto un vídeo de Tal Cual.
"¿Para que nos obligaron a votar si no habían perniles?", dijeron algunos vecinos de Monagas, en Maturín, a las autoridades locales. "Los policías vinieron como animales. Hoy en día no tenemos derecho ni a reclamar nuestra comida", dijo otra venezolana del estado Maracay a una periodista de Te lo cuento.
Según El Pitazo, las protestas empezaron el pasado 5 de diciembre en Caracas y se han repetido en distintos estados venezolanos. Maduro prometió la distribución de 20.000 toneladas de carne de cerdo. Hasta este martes se habían contabilizado al menos 16 protestas por esta venta subsidiada, detalla este medio.
"Si antes de las 'votaciones' no les dieron sus perniles, mucho menos ahora. Es lamentable que protesten con euforia por un pernil y no por la falta de agua, luz, gas, comida y medicinas", tuiteó un periodista venezolano.
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