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El Tribunal Supremo rechazó el viernes la solicitud del gobierno de Donald Trump para aplicar una nueva política de denegación de asilo a aquellos migrantes que ingresen ilegalmente al país tras cruzar la frontera con México.
La decisión no invalida el acuerdo anunciado el jueves entre Estados Unidos y México, que establece que quienes pidan asilo en la frontera deberán esperar por la respuesta en tierras mexicanas.
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La sentencia se tomó con 5 votos a favor y 4 en contra. Entre quienes manifestaron su desacuerdo estuvo el juez Brett Kavanaugh, que antes de ser nombrado magistrado de la Corte Suprema enfrentó una acusación de abusos sexuales.
El pasado noviembre, Trump prohibió el asilo a los migrantes que ingresen de manera ilegal al país, medida que constituía su respuesta a la caravana de migrantes hondureños que aún no había llegado a la frontera con Estados Unidos.
Pero ese mismo mes, el juez federal del distrito de San Francisco, en California, Jon S. Tigar, limitó temporalmente al mandatario de echar a andar su política, pues entraba en “un conflicto irreconciliable con la ley de inmigración”.
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