Luego de más de cuatro meses de que la República Democrática del Congo informara acerca de la existencia de un nuevo brote de ébola en el país, las unidades de salud han confirmado 542 casos y 319 fallecidos, una letalidad mayor del 50 % de los enfermos.
Hoy lo nuevo es que se comenzó el primer ensayo clínico mundial, que se realiza en este país, para analizar la seguridad y efectividad de todas las armas terapéuticas existente contra la enfermedad.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha señalado: “Hasta ahora, los pacientes se han tratado con usos compasivos de fármacos, con medicamentos que han mostrado en laboratorio buenos datos de seguridad y eficacia. El gran paso que da ahora la República Democrática del Congo es buscar claridad sobre qué funciona para salvar más vidas en los próximos años”.
A pesar el número de casos de ébola que ha tenido este brote, la OMS declaró hace dos meses que la situación no requería la declaración de emergencia internacional de salud pública.
Por la extensión de la enfermedad, Uganda, país vecino con la RDC, comenzó el mes pasado a vacunar a sus profesionales sanitarios. A los pocos días de declararse el brote, en agosto, la RDC comenzó a realizar una vacunación en forma de anillo.
El brote, que ya dura más de 3 meses, surgió unos días después de que se diera por concluido el anterior, que dejó 38 casos de Ébola (más otros 16 probables) y 33 muertes registradas (17 confirmadas por laboratorio).
Aún quedan en el recuerdo las consecuencias del brote de mayo del 2017, sobre todo, del que asoló África entre 2014 y 2016, que produjo más de 11 000 muertos entre 2013 y 2016, principalmente en Liberia, Guinea y Sierra Leona.
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