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El título de la exposición, Christmas Calientes, supone un juego que trae a colación las navidades, conocidas como Christmas en los países de habla inglesa, que se ambientan en un país con un promedio de 25 grados Celsius incluso en diciembre, de modo que las fiestas de fin de año, en Cuba, son calientes, y nos vemos obligados a simular con algodón la nieve en los adornos típicos de esta temporada como los arbolitos.
La muestra Christmas Calientes está compuesta por un grupo de nueve pinturas de mediano y gran formato, trabajadas en su mayoría en acrílico y óleo sobre lienzo. Todas las obras intentan contextualizar la navidad en la Isla en medio de un clima eternamente tropical.
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La figura de Santa Claus (que había aparecido en algunas de sus piezas anteriores), se erige como hilo conductor de esta propuesta en tanto representa a una generación pasada que es víctima de la desilusión ante una realidad inamovible y de la incertidumbre por todo aquello que está por venir.
El Santa Claus que se nos presenta es diferente, pues sus posturas y su piel tatuada se asocian al proceso de adaptación que lo han cambiar la perspectiva y adaptarse a la desilusión de los nuevos tiempos. El Santa Claus de Marco Arturo, es portador de todo este sentir, no reparte sueños ni desborda alegrías, pues al parecer se ha resignado a las “navidades calientes” que le han tocado vivir.
Por otro lado, no falta quienes conjeturen respecto al apelativo de Christmas calientes y lo vean como una alusión a un país donde las fiestas se ambientan en medio de varias polémicas: el transporte público y la crisis de los boteros, la escasez de productos elementales como pan y huevos, además de las protestas de numerosos creadores por el decreto 349, y la supresión del tema del matrimonio igualitario de la nueva Constitución. Todo ello ha contribuido también a que estas navidades sean más “calientes” que otras.
En la muestra Christmas calientes predominan las tonalidades pasteles y los fuertes contrastes cromáticos a partir de una figuración de estilo expresionista característica dentro del quehacer de Marco Arturo Herrera (La Habana, 1991).
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