Para el próximo 14 de enero, Moncho tenía la intención de interpretar algunos famosos temas, solo o junto a diversos artistas, como Joan Manuel Serrat, Estrella Morente, Miguel Poveda, Antonio Carmona o Lolita, quienes querían brindarle un homenaje a uno de los más grandes boleristas que ha dado el mundo. Su fallecimiento hizo imposible tal homenaje.
En tanto bolerista, Moncho fue inmensamente popular en Cuba, y tuvo con la Isla y su gente un largo idilio que lo acompañó durante toda su carrera, que inició cantando boleros en su barrio de Barcelona, con la Orquesta Antillana, y poco después se le conocería como Moncho Batista, el ciclón cubano, de modo que no podía hablar cuando paraba de cantar porque se descubría su acento catalán, y eso le restaba exotismo al grupo.
En toda la primera etapa de su carrera, en los años sesenta, Moncho pasaba por ser un mulato cubano de los muchos que habían llegado a Barcelona tras el triunfo de la Revolución, en 1959. Sus primeras grabaciones están constituidas por temas tropicales, cantados en rumba catalana, con un grupo que se llamaba Moncho y su Wawankó Gitano.
Entre los muchos contactos de Moncho con la Isla se cuentan sus reiteradas visitas, pues causó auténtico frenesí, sobre todo, en los años setenta. Actuó en el Festival de Varadero, llenó el Karl Marx, apareció muchas veces en la televisión cubana, e incluso actuó en Tropicana. En una de esas visitas provocó acaloradas polémicas, instigadas por los extremistas, cuando interpretó la Guantanamera, con versos de José Martí, en ritmo salsero y con su estilo sensual que algunos periodistas consideraron irrespetuoso. Desapareció momentáneamente de la radio, pero la mayor parte de los cubanos lo siguieron adorando, y Moncho regresó varias veces a deleitar a los amantes del bolero.
En 1999, en el disco Quédate conmigo, aparece el tema Son cuatro días, que Moncho interpreta en trío con Dyango y con el santiaguero Elíades Ochoa. En 2006 presentó el espectáculo De La Habana a Barcelona-De la rumba al bolero, en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional y en Barcelona, en el Teatre del Liceu. En su último disco, Mis queridos boleros, lo acompaña una banda que incluye a José Luis Cortés, líder de NG La Banda, y a Changuito, el percusionista de Van Van.
A lo largo de su carrera cantó varios boleros cubanos de los más célebres, ahora queremos recordar cinco de ellos:
1. Mi amor fugaz, de Benny Moré, está incluido en su primer disco, de 1969, que se titulaba Moncho. El Gitano del Bolero.Pasaron muchísimos años desde esta primera versión de un tema del Benny, y en 2004 Moncho grabó Cómo fue, en el disco homenaje al músico cubano Tito Duarte de título La herencia del viejo sabor.
2. La noche de anoche fue compuesta por René Touzet, esposo de la también bolerista cubana Olga Guillot, quien cantaba una versión imponente. Moncho hizo la suya, y quedó para siempre en su repertorio.
3. Inolvidablemente, de Julio Gutiérrez, fue otro de los boleros cubanos que identificaba a Moncho, por más que existieran hermosas versiones de Elena Burke y Luis Miguel.
4. Concha Valdés Miranda fue tal vez la compositora cubana de boleros más atrevida. Moncho interpretó, en su estilo sensual y desprejuiciado, Házmelo otra vez y Orgasmo.
5. Muy cercano también a la manera de interpretar el bolero de los cubanos del filin, Moncho hizo una creación de piezas emblemáticas de ese movimiento como Tú, mi delirio, de César Portillo de la Luz.
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