Un incendio de grandes proporciones se produjo en el Hospital Miguel Enríquez, ubicado en las calles Concha y Atarés del habanero barrio de Luyanó, en la noche de este 10 de enero.
El humo y el olor a cable quemado podían percibirse a más de diez cuadras de distancia.
Diez o más carros de bomberos fueron utilizados para sofocar el siniestro que, según médicos y familiares de pacientes entrevistados, comenzó en el primer piso, fuera de las terapias, cerca de unos tanques de basura próximos al lugar donde se encontraban los cables eléctricos Inmediatamente cortó la electricidad en la torre A del edificio y el fuego se expandió en pocos segundos por esa ala de la edificación.
El irresistible olor a humo obligó a muchas personas a salir del edificio.
Numerosas ambulancias acudieron al lugar para trasladar a los pacientes de las terapias hacia otros hospitales, mientras que los aparatos y equipos médicos, según informaron algunos miembros del personal, fueron evacuados mediante grúas utilizadas por el cuerpo de bomberos, que operó con gran celeridad y precisión y logró controlar las llamas. El lugar donde estas iniciaron, según testigos presenciales, quedó totalmente carbonizado.
Pasadas las 11 de la noche todavía seguían escuchándose las sirenas de las ambulancias que continuaban dirigiéndose al lugar.
Podía verse pacientes con sueros y en camillas fuera de la edificación esperando ser trasladados. Algunos curiosos rememoraron el incendio ocurrido hace pocos meses en el Instituto de Oncología (hospital oncológico).
Hasta el momento se desconoce si hubo muertos o heridos.
Lo cierto es que ya se sabe dónde se inició el fuego. Ahora falta saber qué lo provocó: si la intención premeditada o la negligencia.
Tratándose de este centro hospitalario, también conocido como La Benéfica, cuyas deplorables condiciones son bien conocidas por los habaneros y que recibe a la población más pobre de la ciudad, no sería de extrañar que fuese la segunda.
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