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El Festival Nacional de Trovadores Longina rinde homenaje a la Décima como expresión poética y a la compositora Ela O´Farrill, exponente destacada del bolero y el filin cuyo nombre estuvo borrado durante muchísimo tiempo de los medios cubanos.
Los jóvenes trovadores de la Asociación Hermanos Saíz, han mantenido vivo este evento que es ya una tradición, como la propia música a la que le rinden tributo. El Mejunje es la casa del Longina que se expande a otras instituciones culturales como el Teatro La Caridad.
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Nacida en Santa Clara en 1930, Ela O´Farrill pertenece a una generación de músicos que nacieron en esa ciudad a principios de esa década como Teresita Fernández (1930), Moraima Secada (1930), Doris de la Torre (1932) y Meme Solís (1939).
Muy influida por figuras como César Portillo de la Luz o Clara Nicola, que fueron sus maestros de guitarra, Ela O´Farrill compuso canciones desde 1949. Comenzó a ser conocida en La Habana a partir que sustituyera a Frank Domínguez en el show del hotel St. John's, y allí se quedó contratada, en un momento en que la noche habanera todavía era floreciente.
En los años sesenta, a principios, se hicieron populares algunos de sus boleros como No tienes por qué criticar, Son cosas que pasan, Cuando pasas tú, Nada son mis brazos y Adiós felicidad, que figuraron en el repertorio de Elena Burke, Pacho Alonso, Fernando Álvarez, Oscar Martín y Bola de Nieve. Más tarde, estas canciones fueron versionadas por Olga Guillot, Pancho Céspedes y Armando Manzanero.
Muy conocida resultó también su composición Freddy (Soy una mujer que canta), dedicada a la singular cantante Freddy de trayectoria efímera y memorable. Muchos años más tarde, cuando se estaba recuperando el nombre y los aportes de Ela O´Farrill, Haila hizo una versión también muy popular.
Pero su canción más cantada y conocida fue Adiós felicidad, desde que Bola de Nieve la convirtió en un clásico, hasta que Omara Portuondo la incluyó en su disco Gracias, merecedor, en el año 2009, del importante Gammy Latino. Curiosamente, Adiós felicidad fue calificada como “no conveniente” quizás por su aire pesimista y nostálgico, en una época en que el optimismo era dictado por decreto.
Después de ser vetada en Cuba, la compositora radicó su residencia en México, donde falleció en 2014. Continuó visitando Cuba, y en frecuente contacto con la música de la Isla, en particular con otros artistas afines a su estilo, como la compositora Marta Valdés, que siempre fue una de sus admiradoras y mejores amigas.
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