La instalación deportiva más importante de Pinar del Río, el estadio Capitán San Luis, llega a su medio siglo de vida en pésimas condiciones.
El lugar donde se han alcanzado 10 títulos nacionales, cumple 50 años sin gradas en el área de los jardines, sin torre de iluminación y sin pizarra electrónica, con un terreno en pésimas condiciones y un sistema de drenaje más destrozado aún.
Según informa el periódico Guerrillero, durante la pasada campaña varios partidos sufrieron interrupciones debido a estos problemas.
Rafael Quectglas Beadez, director de la Unidad Presupuestada Ciudad Deportiva, explicó que en este momento trabajadores por cuenta propia laboran en la rehabilitación del campo de juego, para lo cual han traído unas 80 toneladas de arcilla desde Jagüey Grande.
El proyecto inversionista incluye también mejorar el entorno de los dogouts, el bullpen, el club house y las cabinas de narración.
Sin embargo, no se prevé solución alguna para la falta de gradas en los jardines y la torre de iluminación, debido, como tantas cosas en Cuba, a que no hay presupuesto.
Y para instalar la pizarra electrónica, que debió hacerse hace meses, sí hay dinero, pero “el proyecto presentado por el organismo encargado era inviable”.
A nadie debe extrañarle la lamentable situación del Capitán San Luis. Basta recordar que la Escuela Nacional de Natación Marcelo Salado, en La Habana, donde se formaron atletas de élite como Rodolfo Falcón y Neisser Bent, permanece cerrada desde hace más de un año, totalmente destruida y con sus piscinas vacías o llenas de agua sucia.
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