La ex Primera dama Michelle Obama se convirtió en protagonista inesperada de la ceremonia de la 61ª edición los Premios Grammy, que se entregaron este domingo en Los Ángeles y donde fue recibida con una ovación de un público repleto de estrellas.
Vestido con un traje de pantalón plateado fue brevemente interrumpida por una multitud que empezó a aplaudirla al comienzo de su discurso.
"Desde los discos de Motown que me cansé de escuchar en el Southside hasta las canciones de "Who Run the World" que me alimentaron esta última década, la música siempre me ha ayudado a contar mi historia", dijo en referencia al vecindario de Chicago en el que creció.
"Ya sea que nos guste el country o el rap o el rock, la música nos ayuda a compartir nuestra dignidad y penas, nuestras esperanzas y alegrías", dijo Obama. "Nos permite escucharnos", añadió en declaraciones recogidas por Reuters.
La anfitriona de los Grammy, Alicia Keys, comenzó el show invitando a Obama junto con Lady Gaga, Jada Pinkett Smith y Jennifer Lopez, para compartir anécdotas personales sobre cómo la música les cambió la vida y las empoderó como mujeres.
Actualemente Michelle Obama se encuentra de gira para promover su libro de memorias "Becoming", que fue lanzado en Estados Unidos y en 28 idiomas en todo el mundo.
Ella y su esposo, el expresidente Barack Obama, firmaron acuerdos para escribir un libro cada uno con Penguin Random House un mes después de que el exdirigente terminara su mandato en enero de 2017.
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