Washington, 12 feb (EFE).- La disidente cubana Rosa María Paya, hija del fallecido Oswaldo Payá, pidió este martes a la comunidad internacional que desconozca al "régimen" cubano tras el referendo constitucional del 24 de febrero, de una manera similar a lo ocurrido recientemente en Venezuela.
La activista se posicionó así en declaraciones a un reducido grupo de periodistas, entre ellos Efe, mientras se celebraba una conferencia sobre la nueva Carta Magna en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington.
"Llamamos a toda la comunidad internacional, desde la OEA, a que cumpliendo también con los principios del sistema interamericano no reconozca un régimen que no tiene la elección popular y no reconozcan una Constitución y un referendo que no cumple con los mínimos exigibles para ser llamado creíble o legítimo", afirmó.
Preguntada sobre si espera que tras el 24 de febrero se produzca en Cuba una situación similar a la de Venezuela, Payá contestó: "Es el momento".
Venezuela vive una situación de inestabilidad política desde el 10 de enero, cuando Nicolás Maduro volvió a tomar posesión de la jefatura del Estado como fruto de unas elecciones celebradas el pasado mayo y cuyos resultados no fueron reconocidos por parte de la comunidad internacional.
El 23 de enero, el jefe del Parlamento venezolano, el opositor Juan Guaidó, invocó unos artículos de la Constitución para proclamarse presidente interino al considerar que Maduro "usurpa" la Presidencia.
"En realidad -argumentó Payá- el régimen cubano ya es ilegítimo. El referéndum que tendrá lugar el 24 de febrero no cumple con las garantías mínimas, por tanto esos resultados no deben tan siquiera ser tenidos en cuenta".
"Lo que sí es importante es que, a partir del 24 de febrero, se marca aún con más énfasis el hecho de que ese sistema es ilegítimo, no responde a la voluntad popular y, por tanto, la comunidad internacional no debe reconocerlo", añadió la disidente, que moderó parte de la conferencia en la OEA.
El Parlamento cubano aprobó por unanimidad el pasado 22 de diciembre el texto final de la nueva Carta Magna, que sustituirá a la vigente desde 1976 y que ratifica la aspiración al comunismo aunque reconoce la propiedad privada y la necesidad de la inversión extranjera para el desarrollo económico del país.
En esencia, la nueva Constitución no modifica el sistema político de la isla pero sí busca plasmar la controlada apertura económica y las reformas impulsadas durante los dos mandatos del expresidente Raúl Castro (2008-2018) en un intento por fortalecer la economía del país. EFE
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