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Las autoridades cubanas están satisfechas con el resultado del referéndum que ratifica la tercera reforma parcial de la Constitución de 1976. En esta ocasión, la Carta Magna introduce cambios económicos como el reconocimiento de la propiedad privada, pero blinda al Partido Comunista como "único" y "fuerza política superior" por encima del Estado.
Según las autoridades cubanas, entre los 7,8 millones de electores que fueron a votar el domingo, el sí ganó con el 86,85% de los votos, tras ser apoyado por 6,8 millones de cubanos. Es un resultado lejano al conseguido en 1976, cuando la Carta Magna fue ratificada por el 97,7% de los electores y los comicios lograron un 98% de participación.
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Los resultados electorales en Cuba fueron anunciados casi 20 horas después de cerradas las urnas. El sí consiguió el 73,31% del total del censo electoral que el día del referendo se dijo que era de 8,6 millones de personas. El Gobierno necesitaba mayoría simple sobre el número de personas con derecho al voto, acudieran o no a las urnas.
Un 9% de los electores votó no (706.400 personas). Este dato representa el 7% del total del censo.
Los votos en blanco fueron 198.674 (2,53% del total) y los nulos 127.100 (1,62% del tota).
Incluso estos números que da por buenos el Gobierno cubano arrojan que alrededor de un 20% del electorado dio la espalda al texto constitucional. Los tiempos de la unanimidad pertenecen al pasado.
A la euforia del gobernante Miguel Díaz-Canel en Twitter le siguió una cascada de opiniones de cubanos que consideran que el triunfo del sí en el referendo sólo asegura a los cubanos otros 60 años de miseria. A eso, llaman muchos "continuidad".
Con la victoria del sí en el referendo, acaba una campaña electoral en la que por primera vez se ha visualizado la oposición a la línea oficialista gracias a que los cubanos, desde hace dos meses tienen acceeso a internet en los teléfonos móviles.
Quienes han apoyado un texto que les consagra a trabajar para avanzar hacia una sociedad comunista. Este objetivo, que había sido eliminado del primer borrador, fue reintroducido en el texto sometido a votación el domingo, que recoge la figura del primer ministro y limita los mandatos a dos legislaturas.
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