La presencia de una inmigrante transgénero cubana ha causado revuelo dentro de las instalaciones del gimnasio de Bachilleres, un albergue temporal para indocumentados en la Ciudad de Juárez, ubicado en frontera mexicana-estadounidense, informó este miércoles el diario El Mexicano.
Dentro del local, habilitado para refugiados de disímiles nacionalidades (africanas, centroamericanos y del sur del país) que buscan llegar a los Estados Unidos, han suscitado varias quejas por parte de las mujeres.
Según informó el medio de prensa, las féminas albergadas en la instalación se pronunciaron inconformes porque “una persona cubana transgénero” -cuyo nombre nunca fue revelado- se duchaba junto a ellas en el baño.
Rogelio Loya, encargado de Programas Sociales de la subsecretaría de Desarrollo Social del Estado, comentó que las mujeres “no se sentían a gusto” por estar compartiendo el cuarto de aseo con una persona transgénero. No obstante, alegó que la situación fue resulta por parte de los encargados del gimnasio de Bachilleres para evitar “alterar el orden”.
El funcionario, también informó haberse llegado a un acuerdo entre ambas partes: la persona “trans” tendría que esperar a que las restantes migrantes terminaran su tiempo en las duchas, para luego poder acceder a ellas.
La cubana ha sido objeto de discriminaciones puesto que es -según declaraciones- la única persona transgénero dentro del albergue.
A pesar del desmantelamiento de la política de Pies Secos/Pies Mojados por la administración Obama, los cubanos siguen emprendiendo el viaje hacia los Estados Unidos. Sus rutas se han redirigido al sur, y muchos llegan a Uruguay, Bolivia e incluso Honduras.
El pasado mes de noviembre en la propia Ciudad de Juárez se reportó la presencia de un grupo de 20 cubanos asentados en el puente internacional fronterizo de Zaragoza. En aquel entonces, las autoridades intentaron desalojar a la reducida caravana a la fuerza.
Recientemente, los presidentes de Panamá, Juan Carlos Varela, y de Costa Rica, Carlos Alvarado tuvieron una reunión para intentar dar solución a la crisis migratoria que se desarrolla en sus países. En estos momentos Panamá se encuentra gestionando el paso de más de 700 indocumentados irregulares, de los cuales el 57 % posee nacionalidad cubana.
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