El pasado jueves 28 de febrero, integrantes del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL) radicados en Madrid, España, rindieron homenaje a la figura del fallecido opositor cubano Oswaldo Payá, en el 67 aniversario de su natalicio.
Los miembros del grupo disidente, entre ellos Carlos Payá -hermano del activista asesinado-, visitaron la glorieta que lleva su nombre desde 2014, ubicada en la Carretera de Canillas, para celebrar su vida y legado.
“Todos los años solemos ir varias veces a la glorieta (...) en el aniversario del asesinato u hoy, que es el cumpleaños”, declaró el cubano a Radio TV Martí.
Según Carlos, cada 29 de febrero (28 en años bisiestos) los activistas de MLC realizan un “acto de peregrinación” hasta el pequeño monumento, donde depositan flores blancas, azules y rojas, como símbolo de la bandera cubana. El objetivo del acto es “recordar a Oswaldo y recordar más que su muerte, recordar su vida”.
Payá describe a su hermano como una persona “afable” y “divertida”, pero “seria” a la hora de llevar a cabo su labor opositora. "Eso es lo que queremos recordar, su vida, más que el crimen que permanentemente estamos diciendo que se investigue", reafirma.
La organizión aún se encuentra esperando por la respuesta a la carta que hicieran llegar a la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, con respecto a este caso el pasado noviembre.
“Recordar a Oswaldo, es recordar su vida pero insistir en que se tiene que investigar esa muerte no aclarada. Tanto la de él, como la de nuestro hermano del movimiento Harold Cepero”.
Oswaldo Payá, líder del MCL y activista por la democracia y los derechos ciudadanos en Cuba, falleció el 22 de julio de 2012 junto con el también opositor cubano Harold Cepero en un accidente automovilístico. Ambos impactaron contra un árbol el vehículo en el que viajaban. Sin embargo, algunos han preferido calificar este suceso como un “asesinato de Estado”.
Su hija, Rosa María, aún defiende la teoría de que la muerte de su padre fue consecuencia de su activismo contra el gobierno castrista.
Pese al esfuerzo del Estado para invisibilizar y desacreditar su obra dentro de la Isla, a Payá se le reconoce hoy en varias partes del globo como uno de las figuras por la democracia más importante en los últimos 25 años.
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