"La única solución para llegar a fin de mes en Cuba es la corrupción"

El Presupuesto del Estado en Cuba se ha ido convirtiendo en una especie de ente que es perpetuamente desfalcado por los propios habitantes de la Isla.

Cada vez que se habla del balance de ingresos y gastos del país, viene a la cabeza la corrupción, uno de los males más arraigados en este archipiélago, uno que sería difícil de eliminar, incluso, si contáramos con la ayuda de un exorcista.

Según afirma el ingeniero civil Orlando, de 45 años, “es abrumadora la cantidad de empleados públicos en Cuba que ‘luchan’ para sobrevivir. No son uno ni dos los que roban; son miles y en todo el país. Es un estilo de vida que ha generado el propio igualitarismo y la ineficiencia. La culpa, más que las personas, la tiene el modo de hacer las cosas. Nada justifica el robo, pero para acabarlo hay que resolver sus causas más profundas".

“Como en Cuba todo es del Estado y estamos tan necesitados económicamente, nuestra única solución para llegar a fin de mes es la corrupción. Aunque tienen necesidades lo mismo el obrero que el jefe, por lo general la corrupción no está en manos de los que tienen un salario bajo, sino de aquellos que reciben grandes sueldos y están en puestos que les permiten decidir el destino de los recursos".

“Al final de cada día reina la indolencia porque ‘todo es de todos’ y a nadie le importa nada. Solo nos preocupamos por que nuestra familia tenga qué comer. Yo, por ejemplo, no puedo mantener a una esposa y dos hijos pequeños con 500 pesos cubanos al mes. No tengo familia en el extranjero y como soy funcionario no me permiten trabajar a la vez por cuenta propia. ¿Qué hago para que mi gente sobreviva 30 días? Robar”, confiesa este trabajador de una constructora estatal.

Si bien el 74% de los ingresos cubanos proviene de la aplicación de impuestos, tasas y contribuciones, y el 85% de ellos es garantizado por el sector empresarial, el propio gobierno ha reconocido la “mala práctica” de buscar financiamientos en el Presupuesto o de aplazar los pagos, cuando esos recursos debieran estar dados por la eficiencia de las entidades estatales.

A pesar de que las autoridades también han dicho que el Presupuesto de 2019 se ha planificado con racionalidad, pero sin restarle respaldo a aspectos como los servicios básicos a la población, las políticas sociales y el orden interior, “la mayor preocupación de cualquier cubano es tener un mayor salario para poder adquirir al menos lo necesario para vivir.

“No se puede esconder que el salario no nos alcanza ni para alimentar a nuestros hijos y que si se aumentara seguramente no habría tanta ilegalidad, descontrol y mal manejo de los recursos. Sin embargo, el sueldo y los precios deben tener correspondencia y el país debe acabar de liquidar sus deudas. De nada sirve un aumento del pago sin respaldo productivo porque tendríamos dinero en nuestros bolsillos, pero no productos que comprar. Cada día todo se encarece o se pierde del mercado y nadie lo frena”, indica la económica Alicia, de 51 años.

Un internauta ha dejado escrito en los comentarios de la web Cubadebate que “el salario de un día de trabajo en cualquier país de Europa, Canadá o Estados Unidos te alcanza para comprar la comida de la semana. El salario de un día de trabajo en Cuba te alcanza para comprar una libra de tomate. Hay que hacer algo porque esa gran diferencia es la que está provocando el robo al Estado y la corrupción. Paguen de salario lo que de verdad deberían pagar para que un obrero pueda vivir mejor y tener algunas comodidades como cualquier persona en este mundo”.

Teté ha añadido en el mismo sitio web que "como Cuba es un país socialista, el presupuesto del Estado es todo lo que se produce en sus empresas, menos lo que se utiliza para la producción de las mismas, más lo que se obtiene de la propiedad privada, es decir, que el Estado está en ventaja para solventar las políticas sociales pues es el dueño de todo". Al respecto, agrega: “Espero que los dueños de los yates paguen altos impuestos, y no menciono nombres pues todo el mundo sabe quiénes son”.

En papeles, más del 70% del presupuesto estatal en Cuba se emplea en actividades sociales. No obstante, habría que ver cuánto de los 22.000 millones de pesos de gastos (la mitad se concentra en los sectores de Salud y Educación, según el Gobierno) que se invierten actualmente en los diferentes municipios y territorios cubanos llega en la práctica a las manos correctas.

Desde la óptica del programador Abdel, de 36 años, tampoco este año se percibirá la influencia del Presupuesto en la calidad de vida de los cubanos “que bien necesitados estamos de un cambio de mil grados, de dinero que no sea malversado, que sea limpio. No queremos transformaciones para el 2050. Aspiramos a ver resultados hoy y no más justificaciones que culpan de todo al bloqueo de Estados Unidos".

“Sería interesante saber cuánto tiene destinado el país para sustituir importaciones y generar productos exportables y que además resuelvan los disimiles problemas internos para los cuales existen soluciones nacionales no aprovechadas o subutilizadas. Saber cuánto capital se dedica al desarrollo de la economía nacional, no a subsidios, sino a inversiones".

“Trabajo desde los 18 años con el Estado, pero vivo al día. Hoy cobro lo que me pagan y hoy mismo lo gasto. La realidad es que tengo que pasarme el mes endeudado. ¿Cómo una libra de tomates va a costar el salario de un día de un trabajador o un pantalón, 3 meses? Si con 1.400 pesos me las veo apretadísimo, con 242 de jubilación no podré ni terminar de vivir".

“Lo que hace falta es que haya diversidad de productos y precios y, si no los podemos lograr, permitir que la inversión extranjera llegue a nuestras calles para que exista competencia y los precios disminuyan; no para hacer más hoteles, sino para que un chino ponga una tienda en una esquina y en la otra un español y en la otra un australiano”, asegura.