El púgil cubano Yordenis Ugás buscará la noche de este sábado la faja mundial peso welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Ugás, aquel que un día se alejó y luego regresó más fuerte que nunca, como si su vida emulara un buen guión de Hollywood, enfrentará al monarca defensor estadounidense Shawn Porter.
El combate vale mucho, desde lo deportivo hasta lo personal. Será el duelo estelar de la intensa cartelera que se vivirá en el Dignity Health Sports Park, de Carson, California. Será la pelea que definirá el futuro de quien no creyó en utopías y arrancó la máquina de los sueños para cumplirle a sus seguidores, a su familia, a sus amigos; para cumplirse a sí mismo. Será la pugna del hoy, nunca del mañana.
Él, Ugás, chocará guantes contra un Porter que expondrá por primera vez su título. Y Shawn sabe que su oponente renació como ave Fénix y que tiene una mentalidad que no entiende la palabra derrota.
Quien conoce la historia del santiaguero reconoce la imagen de un guerrero eterno; un hijo de Shangó que supo levantarse y ha encontrado el placer de la resurrección.
Ugás irá ante un Porter que le arrebató la faja a Danny García, el pasado mes de septiembre, por el mundial vacante del CMB. En su primera oportunidad de corona mundial y tras ocho victorias consecutivas, Yordenis sabe que un chance así viene vestido de oro y no se puede desaprovechar. Muchos sabemos que Yordenis no es el favorito, pero sabemos otras cosas que le sobran al retador.
El haber llegado es, de por sí, un mérito. Pero maximizar su figura es su principal objetivo, porque Yordenis Ugás es sinónimo de batalla y los cubanos seguidores del boxeo saben que si algo habrá sobre el ring, eso será valentía -y corazón.
Tampoco faltará el buen boxeo y su defensa siempre alta. Los éxitos ante el argentino Cesar Barrionuevo y puertorriqueño Thomas Dulorme dejaron muestras de su esquiva brutal y su constancia en el ataque, sin llegar a ser la ofensiva su principal virtud. Ugás es el clásico púgil estable, que todo lo hace bien, pero no exagera nada.
Pasaron los días. Pasaron las semanas. Pasaron los meses. Llegó la noche mágica del “increíble” Yordenis Ugás. Un guerrero de la vida. Un incansable soñador. El clásico tipo que no cree en quimeras y se lanza en busca del “todo o nada”.
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