Vídeos relacionados:
El pasado 6 de marzo, Yurina Herrera Pedroso, una mujer que lleva más de una década reclamando una vivienda digna al gobierno municipal de Colón (Matanzas), recibió un acto de repudio frente a la vivienda donde reside y asegura que le dieron una golpiza a ella y a parte de su familia.
La reacción fue por un cartel que colocó frente a su casa, que decía “Presidente, imparta y enseñe justicia. No vivimos de forma adecuada, no me manipule, no cumplieron”.
Lo más leído hoy:
La mujer ha explicado a Diario de Cuba que enseguida que lo puso vino un agente de la Seguridad del Estado a pedirle la propiedad de la casa.
Ella le respondió que no tenía que mostrarle nada y se encerró en su casa. Sin embargo, un par de horas después, trajeron a muchas personas, incluso con un sistema de audio e hicieron un acto de repudio.
La afectada ha explicado al citado medio que en el grupo había policías vestidos de civil, así como la presidenta del Poder Popular y el primer secretario del PCC del municipio.
La mujer ha precisado que desde hace 12 años está solicitando un lugar digno donde poder vivir con sus hijas, de 13 y 15 años, pues ahora viven en un cuarto que no tiene ni baño.
En el historial de sus reclamos figura Dinorah Zenea Sotolongo ―antigua presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Colón― que habría sido la primera funcionaria que la atendió.
Ahora ocupa ese puesto Madelín González Rojas, quien le prometió un seguimiento mensual de su caso, algo que no ha cumplido.
Añade que han sido entregadas varias viviendas en el municipio en los últimos tiempos y que ninguna ha sido para ella, y que siempre recibe una respuesta que le da falsas esperanzas.
Sobre lo ocurrido el 6 de marzo, ha explicado que primero quitaron el cartel, y que acto seguido la empujaron y golpearon a ella y a su familia. En medio de la pelea, alguien gritó que su actitud era para obtener 20 dólares y que era Dama de Blanco.
Yurina Herrera Pedroso es enfermera general del hospital de Colón desde hace 32 años y ha precisado a Diario de Cuba que nunca ha pertenecido a ningún grupo opositor ni tiene abierto expediente político alguno.
Después del acto de repudio, la trasladaron a una estación de Policía donde le tomaron declaración y luego la llevaron al médico para que examinara sus golpes, pero se negaron a entregarle el certificado de lesiones.
Archivado en: