Pasadas las cinco de la mañana de este jueves se derrumbó en La Habana un edificio de dos pisos en el que murió al menos una persona.
Ubicada justo en la esquina donde se unen Calzada del Cerro y Avenida Rancho Boyeros, a escasos metros de la Ciudad Deportiva, la edificación se desplomó dejando atrapadas a las familias que vivían en su planta alta y que han ido siendo evacuadas.
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Sin embargo aún se mantienen trabajando los cuerpos de Bomberos y de Rescate y Salvamento, mientras que algunos pobladores de esa céntrica zona del municipio Cerro aseguran que podría quedar alguien bajo los escombros.
Hasta el momento los medios oficiales de la Isla no han reportado lo sucedido, por lo que todavía no se cuenta con la versión oficial de este trágico suceso.
En el piso inferior del edificio se encontraba un taller en el que, de acuerdo con los vecinos, llevaba tiempo sin trabajar nadie por las pésimas condiciones del inmueble.
Por otro lado los habitantes del lugar, según los testimonios recogidos por CiberCuba, llevaban tiempo quejándose ante el gobierno cubano por el mal estado del mismo.
En palabras de Ariel, que lleva horas "mirando de cerca" donde ocurrió el derrumbe, "desde el año 75 a ese edificio no se le cambiaba ni un clavo". "Yo fui a fumigar una vez allí porque vivo cerca y vi como esa gente vivía sin piso, caminaban sobre tablas de madera. La solución no era desalojarlos, sino arreglarles la casa", aseguró.
"Como esos apartamentos hay miles en La Habana, pero el 'correcorre' se forma cuando pasa lo peor. Por eso no entendemos que se sigan construyendo tantos hoteles, mientras la población se muere en la miseria. Ya no hay más remedio que darle el pésame a los familiares del hombre que falleció y rezar para que no haya ninguna otra víctima", afirmó el joven.
A tenor con Julio, "a veces la sequía provoca más derrumbes que las propias lluvias". "Por desgracia, éste cogió a todo el mundo durmiendo", explicó este jubilado.
"Cuando el tornado, libraron, no les pasó nada, y mira ahora. Ahora sí tendrán que albergarse lo que les quede de vida. Hace rato que eso estaba inhabitable, pero la gente estaba necesitada porque no tenían una vivienda a la que ir", añadió.
En este sentido una mujer señaló que si hubiera tenido un dueño el edificio, alguien que lo atendiera y respondiera por sus condiciones, nunca se hubiera hecho pedazos. "Pero como aquí esos apartamentos los atiende el Estado, se sigue muriendo la gente y no pasa nada", lamentó.
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