El primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Salvador Valdés Mesa, dijo este jueves en Santiago que el Ejecutivo está trabajando "para llevar a cabo medidas para frenar la importación de mercancías de carácter no comercial con el fin de que las personas puedan satisfacer esas necesidades dentro del país".
Estas declaraciones, recogidas por el diario local Sierra Maestra, las hizo en la sede de la Aduana de Santiago de Cuba, durante la visita oficial junto a Miguel Díaz-Canel al territorio.
Gladys Carrasco Gallo, jefa de la Aduana en Santiago de Cuba, dijo que la labor desarrollada durante 2018 por el organismo que dirige se desarrolló "en un escenario de mayor complejidad y agresividad", debido a la alta demanda de mercancías importadas que hay en el mercado ilegal y al aumento del número de personas que se dedican a comprar en el extranjero y llevar la mercancía a la Isla para luego revenderla.
Aunque no apuntó el dato total de infracciones registradas, señaló que fueron 392 más que en 2017.
Por su parte, Valdés Mesa señaló la necesidad de reducir las altas cifras de quejas de los viajeros respecto al servicio que presta la Aduana.
Uno de los puntos débiles de la Aduana de Santiago es, según el rotativo oficialista, la acumulación y abandono de objetos decomisados por falta de espacio en el almacén.
Salvador Valdés pidió a los trabajadores de Aduanas en Santiago que sean "invulnerables" ante los "sobornos".
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