Vídeos relacionados:
Varias médicos venezolanos han sido despedidos o perseguidos por hablar sobre la crisis que atraviesa el país sudamericano a una misión de Naciones Unidas de visita por estos centros.
Jaime Lorenzo, director ejecutivo de la ONG Médicos Unidos, dijo a la AFP que "esta mañana sacaron a la fuerza a la presidenta de la escuela de medicina del hospital de Maracay (al oeste de Caracas), y desde entonces no sabemos dónde se encuentra".
Lo más leído hoy:
"Estaba protestando contra la represión del personal de salud y de los que denuncian la falta de medicamentos y el mal funcionamiento de los hospitales", añadió.
Asimismo, el doctor Keyner Celis recibió una orden de despido y fue sacado a la fuerza del Hospital José María Benítez, tras haber denunciado la crisis humanitaria en Venezuela.
José Manuel Olivares, oncólogo y radioterapeuta, denunció en su cuenta de Twitter que Celis es el "tercer médico en dos semanas que es perseguido por denunciar la situación que se vive en los hospitales".
Otro joven médico del estado de Carabobo, identificado como Ronnie Villasmil, tuvo que huir del país tras dar declaraciones de los funcionarios de la ONU y luego ser perseguido por la policía:
"Mi único delito fue mostrarle al mundo la situación precaria en que se vive en los hospitales de Carabobo a la comisión @ONU_es", escribió Villasmil en Twitter.
Para nadie es un secreto la difícil situación económica, política y social que atraviesa el país petrolero. Hace unos días, cuando se comentaba de la posibilidad de que una delegación enviada por la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, visitara algunos hospitales del país, varias personas denunciaron que el gobierno de Venezuela estaba abasteciendo algunos hospitales y reparándolos para ofrecer una imagen distinta a la que en realidad hay.
El domingo el hospital Barquisimeto -uno de los que mandaron rápidamente a equipar- fue atacado por un grupo de chavistas con piedras, cuando esperaban a la comisión de la ONU.
Jaime Lorenzo dijo al respecto: "Hemos llamado la atención sobre nuestros pacientes, que se nos mueren por la falta de insumos y equipos. Los médicos han sido detenidos sin ninguna justificación".
Con el apagón masivo que tuvo lugar en el país la pasada semana, unos seis recién nacidos perdieron la vida, y los médicos tuvieron incluso que practicar operaciones bajo la luz de sus teléfonos celulares.
La situación de la salud en Venezuela es precaria: un médico gana entre 18.000 y 30.000 bolívares mensuales, lo que equivale a unos 6 y 10 dólares, y hoy día falta el 90% de los productos médicos necesarios para prestar servicios.
A esto debe sumársele los más de 22.800 médicos que se han exiliado, y la cantidad de laboratorios y centros médicos que han cerrado sus puertas.
Archivado en: