Una y otra vez los vecinos de la santiaguera avenida Garzón se han quejado, a varias instancias, de los árboles que crecen libremente en esta famosa arteria de la ciudad, luego de ser sembrados en sustitución de los que el huracán Sandy, en 2012, derrumbó a su paso.
El problema está en que algunos de los nuevos árboles que hoy adornan la avenida pertenecen a la especie Ficus Robusta o Ficus Elastica de cuyos riesgos potenciales cual existen referencias, en países como Colombia, donde se les cataloga como una de las variedades que más daño hacen al patrimonio construido por el hombre.
El Ficus Elástica es originario del trópico asiático (India y Malasia), llega a alcanza más de 30 metros de altura y hasta 20 metros de diámetro de copa. Se dice que su sistema radicular es muy dañino y se recomienda plantarlo lejos de obras civiles por sus raíces agresivas, y jamás en separadores o antejardines, sino en parques como ejemplar aislado.
En otras palabras: que algunos de los árboles que en la actualidad crecen libremente en la avenida Garzón, en el futuro podrían crear un serio problema no solo a las aceras y calles, sino a algunos de los inmuebles contiguos a las zonas donde han sido plantados.
“Cuando pasó Sandy, una buena parte de los daños a las viviendas las ocasionaron los árboles, con sus raíces levantaron aceras, pedazos de viviendas y de calle, y cuando cayeron arriba de las casas, desbarataron techos, hasta las placas cedieron cuando cayeron algunos árboles que eran gigantes. En Garzón hubo unos cedros enormes que dicen fueron sembrados por iniciativa de Almeida, eso me cuentan los mayores. Estos árboles provocaron muchos daños pues no eran los mejores pues eran muy grandes y de gran follaje… provocaron mucho pero mucho daño, casi tanto como los vientos huracanados”, asegura una vecina de la famosa calle.
Luego del paso del huracán Sandy, y teniendo en cuenta las enseñanzas que dejó el meteoro en relación de los daños que ocasionó al 80 por ciento del patrimonio forestal, el CITMA en la provincia de Santiago de Cuba realizó un proyecto destinado a la rehabilitación del arbolado y las áreas verdes de la ciudad, con fecha de terminación en 2022, estudio que podría, además, sentar pautas en cuanto al necesario ordenamiento de esta actividad en los principales núcleos urbanos del país.
Dicho estudio dictaminó que entre las vulnerabilidades de la provincia al paso del huracán Sandy, en 2012, estaba el uso de especies inadecuadas como el ficus, además de flamboyanes, robles y algarrobos.
Justamente, luego de hablarse de usarse “especies inadecuadas”, entre ellas el ficus, hoy crecen en Garzón varios ejemplares de Ficus Robusta o Elastica, hecho que alarma a los vecinos, y así lo han hecho saber.
“Sabemos de primera mano las consecuencias de usar árboles que no sean los mejores. Cuando comenzaron a sembrar nuevos árboles, primero se sembró uno de hojas pequeñas que la verdad nunca habíamos visto. Muchos murieron vete tú a saber por qué, pues personas como yo, le echábamos agua con tal de que prendieran. Cuando murieron fueron sustituidos por otros iguales, al final algunos se dieron, no parecen muy grandes, ya tienen hasta flores. Pero aquellos espacios que quedaron vacíos entonces sembraron el Ficus Robusta o Elastica, que algunos le llaman «cacao» pues sus hojas anchas y brillantes supongo se parecen a esa otra planta, pero resulta que dicho ficus hay en otras partes de la ciudad y tiene unas raíces enormes, un follaje más grande aún, y sin haberse caído ocasionan daños a las aceras, y las raíces cuando huelen agua, se meten por donde quiera, así sean las tuberías. Y no confiamos en las atenciones que deben tener estos árboles cuando crecen, como las podas por ejemplo, no lo hicieron antes, no creo que lo hagan ahora, y con el tiempo se olvida todo. Por eso, ahora mismo crecen los árboles que el día de mañana podrían acabar otra vez con la ciudad”, asegura otra vecina de Garzón.
En la esquina de cuarta y Garzón sembraron en un pequeño parque, a falta de uno, 14 ejemplares de Ficus Elastica o Robusta, hecho, que como era de esperarse, también hizo saltar las alarmas. Luego de gestiones con la delegada de la circunscripción, fueron retirados. Pero no así los que libremente crecen en las aceras.
“Yo descargué de internet un estudio que se hizo en Colombia donde se determinaban las cinco especies que más daños ocasionan a las edificaciones. El Ficus Robusta está en esa lista. Ella entendió por qué era necesario retirarlos del parque, le dije que también era necesario quitarlos de las aceras, ella entendió también porque por las aceras pasan cables de ETECSA, sanitarias, etc., pero aún están ahí. En mi casa tengo una planta de esas, sembrada en una pequeña maceta, y le he tenido que cortar las raíces, porque cuando siente humedad se cuela por donde quiera. No dudo que el día de mañana terminemos con raíces saliendo por la cocina o por el baño”, asegura otra vecina de la zona.
Las especies más idóneas, según el estudio del CITMA, para repoblar la urbe debían tener raíces pivotantes o profundas, que se aferran más al suelo, como son la baría, el jacarandá y el vomitel, las cuales no generan fragmentaciones en las aceras y calzadas y su crecimiento no es tan amplio a partir de las características de su follaje y de su sistema radicular.
Y dentro de la estrategia que se planteaba dicho proyecto estaba la siembra, en 11 viveros, de un millón de posturas de buganvilia, especie que ha demostrado su resistencia a la sequía y la adaptación a los cambios bruscos del clima, sin requerir muchas atenciones fitosanitarias.
Autoridades locales tienen serias pretensiones de que Santiago de Cuba sea una ciudad jardín, pero para ello no debe primar solo que sea hermosa la urbe, sino que sea ordenada, y eso incluye el uso correcto de las especies vegetales. Una tarea pendiente aún, deuda de décadas que cobró factura en 2012 con Sandy.
Mientras el palo va y viene, como se dice en buen cubano, y se podan los árboles como debe ser, se suplen las carencias materiales y se siembran en vivero las especies idóneas, han pasado ya siete años del fatídico paso del huracán Sandy por Santiago de Cuba, y vecinos de la calle Garzón ven crecer con desespero, poco a poco e indolentemente, aquellos árboles que podrían castigar sus casas, si otro meteoro decidiera pasar por aquí.
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