Los problemas con respecto al suministro de agua en la ciudad de Santa Clara, capital de de Villa Clara, no parece ser un tema reciente. Los dilemas del territorio central del país datan de 1894, según reportes del diario oficialista Vanguardia.
“Los dilemas del agua en Santa Clara tienen una larga historia de vicisitudes y penurias que se repiten cual agónico déjà vu”, declara el medio provincial luego de haber citado un artículo del periodista Francisco López Leiva con fecha del 24 de junio de 1894.
El sistema de irrigación de Santa Clara, que el próximo 3 de julio arribará a su centenario, “nunca ha recibido ningún beneficio de inversiones”, afirma Julio César Amores Hernández, director provincial de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado.
Hoy en día, el acueducto posee tres sistemas de abasto: el Minerva-Ochoíta, el Hanabanilla-Palmarito y el Gramal-Agabama. Todos ellos, a pesar de estar en funcionamiento, generan pérdidas por su “precaria situación técnica”. El resultado de dicha situación, es un inestable servicio.
“En la conductora Hanabanilla estamos presentando alrededor de dos o tres roturas semanales que comprometen el servicio tanto dentro de la ciudad como fuera de ella”, indica Amores.
El sistema presenta varias roturas o “salideros” que condicionan la pérdida de un “40 por ciento del agua bombeada por la conductora Hanabanilla y un 30 por ciento de la abastecida por Minerva-Ochoíta”. Por tanto, un ciclo de suministro, establecido entre los seis u ocho días, puede dilatarse aún más.
A la par, Amores ha declarado que el panorama del acueducto no parece mejorar durante el presente año. Según el funcionario, “no hay inversiones previstas en la provincia”. “Pasaremos doce meses muy complejos por la situación financiera del país”, agrega.
El servicio de agua de los santaclareños depende entonces, de inversiones extranjeras que amparen el ya existente proyecto de reparación y rehabilitación del acueducto local. Actualmente, solo dos kilómetros de la conductora Hanabanilla hasta Palmarito han sido tratados.
El capital foráneo será utilizado para el “mejoramiento de la conducción del agua hacia la ciudad, las estaciones de bombeo y rebombeo y las plantas potabilizadoras”, para luego recuperar “las redes dentro de la urbe”, informa Amores.
A inicios de enero, vecinos de un barrio del centro de Santa Clara, ubicado entre las calles Martí y Julio Jover, denunciaron llevar casi diez años sin la llegada de agua corriente a sus hogares.
Los afectados afirman haber trasladado sus quejas al delegado del Poder Popular. Lamentablemente, solo recibieron "palabras que se las lleva el viento". Algunos de los lugareños han tenido que recurrir a la compra de artilugios llamados "donquis", que cuestan entre 5.000 y 6.000 pesos para poder tener un correcto acceso al servicio.
Aquellos que no pueden costear los “donquis” tienen que recurrir a una llave pública para llenar sus tanques cubo a cubo. Sin embargo, desde hace seis meses el agua tampoco llega a esa pila.
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