El Sistema Ferroviario cubano contará con 80 nuevos coches “de alto confort”, provenientes de China. Los carros forman parte de un Programa de Recuperación y Desarrollo de ese medio de transporte en la Isla, que se extenderá hasta el 2028.
El nuevo proyecto va encaminado a “rescatar el confort dentro de los trenes” y la atención a bordo, según indica este viernes Cubadebate.
También cuenta entre los propósitos la recuperación de la calidad de la marcha, una disminución de los tiempos de viaje y un aumento de los servicios comerciales “de expreso, buffet y revisiones técnicas”.
Para conseguir tales fines, el personal seleccionado para trabajar en los nuevos coches será sometido a un proceso de capacitación.
Tres de las rutas que se beneficiarán con los nuevos coches son Habana-Santiago de Cuba, Habana-Guantánamo y Habana-Bayamo-Manzanillo.
Los nuevos coches contribuirán, además, a la rehabilitación progresiva de algunas rutas ferroviarias en el país, entre ellas el trayecto La Habana-Holguín, que ha estado fuera de circulación durante varios años.
Los nuevos trenes son de formación mixta, pues unos coches tendrán aire acondicionado y otros tendrán ventanilla.
Esta misma semana, el ministro de Transporte de Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila, dio a conocer que a partir de este verano comenzará a operar un tren expreso que cubrirá la ruta Habana-Santiago de Cuba.
En declaraciones a la emisora santiaguera CMKC, Rodríguez Dávila precisó que el nuevo tren operará en días alternos y cubrirá una de los trayectos más demandados del país.
El titular de Transporte cubano señaló que el proceso también incluye una mejora en el procedimiento de venta de pasajes en Santiago de Cuba, pues actualmente los viajeros hacen muchas colas para poder comprar un boleto, situación que se complicará todavía más cuando se amplíe el servicio con el tren Habana-Santiago.
Datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) -citados por DDC- apuntan que en 1992 los trenes cubanos trasladaban 33 millones de pasajeros, cifra que 14 años después, en 2016, habían descendido hasta los 7.8 millones de viajeros.
El lamentable estado de las vías nacionales, causante incluso de varios accidentes ferroviarios, figura como una de las causas de ese notable descenso. A ello se suma la escasez de locomotoras y de piezas de repuesto pese a que desde comienzos del siglo XXI, la Empresa de Ferrocarriles de Cuba hizo inversiones por valor de varios cientos de millones de dólares, que incluyó la importación de locomotoras desde China y vagones de segunda mano procedentes de Alemania, Irán y México.
Cuba fue el séptimo país del mundo en tener ferrocarril, solo por detrás de Inglaterra Estados Unidos, Francia, Alemania, Bélgica y Rusia.
El primer viaje oficial de ferrocarril en Cuba tuvo lugar en noviembre de 1837, con una línea que iba desde La Habana hasta las localidades de San Felipe y Bejucal.
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