Aquel día, al llegar de su trabajo, Robeisi cogió un saco, se montó en su bicicleta y se fue a comprar un puerco.
No era diciembre sino marzo, en su casa no había jolgorio, nadie cumplía años y tampoco su hermano había llegado de Ecuador. El cerdo tampoco era uno de esos ejemplares de más de 80 libras, ideal para ser asado, o reducido a chicharrones y masas fritas con un dominó y rones de por medio. Belkys no esperó a su esposo con la mesa libre y una caldera de agua hirviendo, ella solo tenía en las manos el pedazo de soga que un vecino le cedió.
Al rato regresó Robeisi de Los Sirios, sudado, y cargando al hombro un cerdito de 50 días. “No me cuesta trabajo criarlo, y si la cosa sigue como va, mucha falta que nos va a hacer de aquí a unos meses. Yo no creo que la situación con la carne de puerco vaya a mejorar”, asegura este santaclareño, técnico medio en electrónica, y de 45 años de edad.
“Aquí nunca te hablan claro, uno tiene que aprender a interpretar las cosas. Y hasta por el noticiero están dejando caer pistas. El país no puede seguir importando soya ni maíz, y ya le recortaron las entregas de pienso a los criadores. Lo efectos ya se sienten, no hay puerco en la calle y cuando te lo encuentras está a 50 o 60 pesos la libra de bistec. Con eso no hay quien pueda, y solo estamos empezando”, reflexiona él, que sigue desgranando argumentos, con tanta convicción que suenan irrebatibles.
Aquí nunca te hablan claro, uno tiene que aprender a interpretar las cosas. Y hasta por el noticiero están dejando caer pistas
En Cuba cada vez son más extendidos los temores de otro período especial, y no son pocos los que, como Robeisi, han decidido engordar un cerdo en sus viviendas. Desde enero pasado Manuel cría dos animales en la azotea de su casa, en la calle Colón de la ciudad de Santa Clara.
“Esto antiguamente era un pollero, y luego el niño estuvo un tiempo criando palomas hasta que se aburrió. Entonces, con lo que pasamos a inicios de diciembre para comprar un pernil, me dije: '¡que va! voy a traer un puerquito'. Y un par de semanas después el novio de mi hija trajo otro. ¡Mira que bonitos están ya! Pero no voy a poder engordarlos mucho más, porque no tengo comida para darles”, explica el contador jubilado.
El maíz está prácticamente desaparecido en Villa Clara, encontrar harina es una utopía, y el arroz de venta liberada también escasea en los mercados porque algunos criadores de cerdo se han visto obligados a comprar el cereal para alimentar sus animales ante la prolongada escasez de viandas, y granos que ahora mismo se aprecia en el país.
“El mío me costó 400 pesos porque me lo vendió una amistad en el Yabú, pero si ahora mismo lo fuera a comprar ya estuviera más caro, porque los guajiros no quieren vender, y son más los compradores”, comenta Manuel que, aunque asegura que la situación no es ni remotamente parecida a los difíciles años del período especial, dice conocer varias personas que se han puesto a criar puercos en patios y azoteas.
“No te digo que haya gente metiendo puercos en la bañadera de la casa o el balcón, pero muchos ya empiezan a jaranear con esa posibilidad, porque las experiencias cuentan, y el cubano sufrió mucho en los 90, buscando esas alternativas para sobrevivir. Yo te digo, honestamente, espero que no tengamos que llegar a eso, pues no sé lo que va a pasar”.
No te digo que haya gente metiendo puercos en la bañadera de la casa o el balcón, pero muchos ya empiezan a jaranear con esa posibilidad, porque las experiencias cuentan, y el cubano sufrió mucho en los 90, buscando esas alternativas para sobrevivir
Seguida de Sancti Spíritus, Cienfuegos y Ciego de Ávila, la provincia de Villa Clara es la mayor productora de carne de cerdo en todo el país, siendo Placetas el municipio de mejores resultados a nivel nacional.
Sin embargo, la escasez del alimento se hace sentir con particular fuerza en el territorio, debido a que la mayor parte de las toneladas producidas aquí son entregadas bajo el sistema de “Balance Nacional de Alimentos”, al sector del turismo u otros “programas priorizados”.
Al cierre del primer semestre de 2018 los medios oficiales de prensa daban cuenta del déficit productivo que se manifestaba en el país con un incumplimiento de 6.000 toneladas de carne.
Desde entonces hasta la fecha hay menos cerdo en los mercados cubanos, y algunos directivos calculan que esa tendencia se mantendrá a lo largo de 2019, pues el esperado repunte productivo solo podría materializarse luego de 10 meses, tras la estabilización de los ciclos de ceba, y esto, en caso de que se lograran en estabilizar los volúmenes necesarios de alimento animal.
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