Richard Seeborg, juez federal de San Francisco, California, decretó el lunes una orden judicial que frena la política del Donald Trump que permitía devolver a las ciudades fronterizas de México a los migrantes que estuvieran solicitando asilo en Estados Unidos, mientras estos esperaban respuesta de alguna corte de inmigración.
La medida de la administración estadounidense comenzó a aplicarse a finales del año pasado por el Departamento de Seguridad Nacional en el distrito de San Ysidro, perteneciente a la ciudad de San Diego, y luego se expandió a otras zonas fornterizas como respuesta al aumento del flujo migratorio en la región y como extensión de la política antiinmigración del mismo gobierno.
La revisión de esta política migratoria implementada por el gobierno de Trump se dio después de que varios migrantes centroamericanos solicitantes de asilo y organizaciones defensoras de los derechos humanos en Estados Unidos impulsaran una demanda al gobierno por desconocer los peligros a los que estaban expuestos muchos de los extranjeros que eran devueltos a la frontera sur.
También han acusado al Departamento de Seguridad Nacional y a los funcionarios de inmigración de negar a los migrantes el derecho a pedir asilo político. En la demanda se alega que el proceso de solicitud no puede convertirse en un problema más para los ciudadanos que vienen huyendo de la violencia y la persecución en sus países.
Ahora el juez Seeborg pone freno a la regulación de Trump en lo que la demanda se abre paso en la justicia estadounidense. La determinación judicial no se activará hasta el viernes para permitirles a las autoridades federales presentar una apelación, según datos recogidos por el diario mexicano Sin embargo. La medida del gobierno estaría violando la Ley de asilo vigente en Estados Unidos desde los años ochenta, alegan los críticos de esta resolución gubernamental.
La medida, que ha sido bloqueada temporalmente, aumentó la presión de las relaciones entre Estados Unidos y México, pues este último se vio obligado a hospedar a los migrantes que retornaban por orden de las autoridades estadounidenses.
En meses recientes México ha registrado el mayor movimiento migratorio de la última década. En los últimos seis meses más de 6000 cubanos entraron a Estados Unidos por la frontera mexicana.
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