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La élite del gobierno de Nicolás Maduro se habría mudado “con rusos y cubanos” a la ciudad venezolana de Guayana, considerada la capital energética de Venezuela.
Según revela Univision, casi un centenar de funcionarios del gobierno de Maduro y de oficiales rusos y cubanos estarían instalados en un hotel de la citada ciudad, desde finales del pasado mes de marzo, con el fin de gestionar la crisis eléctrica.
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Guayana, ubicada en el sureño estado Bolívar, solo ha sufrido cortes de luz durante algunas horas en medio de la gran crisis energética que atraviesa Venezuela desde el pasado 7 de marzo.
La explicación es que se trata de un enclave industrial que genera el 70% de la energía que ilumina al país.
Sin embargo, la acumulación años de corrupción y falta de inversión en las hidroeléctricas y en el Sistema Eléctrico Nacional han provocado el colapso del servicio en todo el país.
El lunes 1 de abril Maduro reactivó el “Estado Mayor Eléctrico”, que había sido creado por Hugo Chávez hace una década, y lo puso bajo la dirección de la vicepresidenta, Delcy Rodríguez.
Dos semanas antes, el 22 de marzo, Rodríguez se había instalado en hotel Eurobuilding de Guayana, ubicado en el centro económico de la ciudad, y lo convirtió en la nueva sede accidental del Ministerio de Energía Eléctrica. Fuentes vinculadas a esa cadena, citadas por Univision, estiman que se quedará allí tres meses.
Rodríguez habría ocupado 61 habitaciones y allí se han hospedado el exministro de energía eléctrica, Luis Motta Domínguez; 14 oficiales rusos, guardaespaldas, y 12 oficiales cubanos, entre los que estaría el exvicepresidente y exministro de Tecnología de Cuba, Ramiro Valdés Menéndez.
Cuando los altos mandos de Maduro están en el hotel, hay funcionarios armados de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) custodiando las instalaciones y vigilando las cámaras de seguridad.
A ello se suma que en la ciudad a diario se ven aeronaves militares sobrevolando la zona y decenas de camionetas sin placa se movilizan en las calles.
Aunque hay luz, la devastación está presente en la ciudad, azotada por la delincuencia y por las mafias que la convirtieron en la séptima ciudad más violenta del mundo, según un informe anual de la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
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