Un grupo de compañías de cruceros, entre ellas varias con sede en Miami, podrían estar en las primeras a ser demandadas por emplear instalaciones portuarias que fueron confiscadas a estadounidenses por el gobierno de Fidel Castro después de 1959.
Mickael Behn y Javier Bengochea, herederos de reclamaciones relacionadas con propiedades confiscadas en los puertos de La Habana y Santiago de Cuba dijeron a El Nuevo Herald que han notificado a varias compañías de cruceros de su intención de demandarlas para buscar compensación en las cortes federales, probablemente de la Florida.
Usted puede leer el artículo completo en El Nuevo Herald.
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