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El pasado domingo un grupo de 3 cubanos logró cruzar la frontera mexicana y entrar en Estados Unidos a bordo de un auto que abandonaron en el áreas del Puente Internacional Bernardo Reyes.
Según el diario Zócalo, los migrantes arribaron a la frontera estadounidense en un automóvil que adquirieron en Piedras Negras, una ciudad del noreste de México, en el estado de Coahuil.
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Gracias al vehículo, los isleños pudieron rebasar la línea fronteriza y adentrarse en el territorio estadounidense donde se entregaron ante agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Los cubanos ahora se hallan pendientes de que su solicitud de asilo humanitario sea procesada.
Desde octubre de 2018 hasta marzo del presente año, se calcula que alrededor de 6.289 expatriados cubanos han ingresado en Estados Unidos de forma ilegal, a través de territorios fronterizos con México.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés), 3.445 cubanos arribaron por Laredo, una ciudad ubicada en el sur de del estado de Texas; 2.673 a través de El Paso, al oeste del Río Grande; 94 mediante Tucson, en el desierto de Arizona; y por último, 77 por la localidad de San Diego, California. Todos, sin documentos y solicitando asilo político.
A partir del 12 de enero de 2017, el gobierno de los Estados Unidos, encabezado en aquel momento por el presidente Barack Obama, puso fin a la política especial de libertad condicional conocida como "pies secos, pies mojados", vigente desde la década del 90.
Con la finalización de la normativa, los ciudadanos cubanos que actualmente intenten ingresar ilegalmente en los Estados Unidos estarán sujetos a ser removidos de acuerdo a “las prioridades de cumplimiento”, como le sucede a otras nacionalidades.
Cuando arriban a los puntos fronterizos o a las costas de Estados Unidos deben pedir asilo político y demostrar “miedo creíble” de regresar a Cuba. En la mayoría de los casos, esperan meses detenidos en centros de reclusión del Servicio de Inmigración, sin garantías de que su solicitud de asilo será aprobada.
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