Julio Guerrero Llegues, natural de la provincia de Holguín, forma parte del grupo de más de un centenar de cubanos que han escapado en los últimos meses de la Estación Migratoria Siglo XXI, ubicada en Tapachula, en el estado mexicano de Chiapas.
Recientemente, Llegues describió a través de un video el infierno al que fue sometido en el reclusorio, donde están detenidos los cubanos junto a indocumentados de otras nacionalidades, y sus motivos para huir del centro.
Según el expatriado, cuando arribó al territorio de Tapachula fue trasladado por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) a la estación para verificar la veracidad de sus documentos y supuestamente, dejarle continuar su viaje. Esto, sin embargo, nunca llegó a ocurrir.
“En el momento que te ingresan ahí en ese centro te aíslan completamente del mundo exterior. Te retiran tu teléfono, nadie da información tuya. nadie te pregunta ¿qué haces ahí?¿qué necesitas?”, declaró el cubano. “Allí son violados todos los derechos humanos”.
Durante el tiempo que permaneció recluido, Llegues afirma haber sido testigos de sucesos horrendos: mujeres embarazadas que -debido a las condiciones de la estación- perdieron sus criaturas y brutales golpizas perpetradas por oficiales del equipo de seguridad.
“Te golpean, te dan palo, entre cuatro o cinco ahí (...) te cogen en el piso y no les importa. Te rompen las costillas te zafan los huesos”, denunció. “Abusan física y mentalmente de todos los cubanos que estamos allí”.
A pesar de las infrahumanas circunstancias, los funcionarios del INM no les explicaban a los migrantes por qué estaban ahí o cuáles eran los procedimientos para salir del centro de forma legal.
Todo ello llevó a que Llegues -junto con otros coetáneos- tomara la decisión de abandonar el recinto y aprovechando una tormenta que colapsó el sistema eléctrico de la instalación escapó.
En estos momentos, el cubano aún permanece en Tapachula -sin dinero, alimentos o ropa- huyendo de la Policía Federal y agentes del INM y en busca de alguien que lo pueda ayudar.
Para el holguinero, “emigrar no es un delito” sino un “derecho de toda persona” y los isleños no están “violando nada”. Su único objetivo es continuar el recorrido hasta lograr, finalmente, cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
“Simplemente quiero que me dejen pasar por acá y llegar a mi destino (...) no es quedarme aquí, no es hacerle daño a nadie”.
“Esto se los cuento para que sepan lo que están pasando los cubanos acá en Tapachula (...) esa es la realidad”, concluyó.
Las condiciones dentro de la Estación Migratoria Siglo XXI han sido, en reiteradas ocasiones, material de denuncia.
A finales de abril, Javier Diaz, corresponsal de Univisión, compartió en sus redes sociales impactantes imágenes del reclusorio. Letrinas sin limpiar llena de desechos, duchas rodeadas de mugre y basura, y pasillos desbordados con colchones donde duermen los expatriados, fueron tan solo algunas de las descripciones presentadas.
La estación, la más grande de su tipo en México, presenta una capacidad máxima para 800 personas, sin embargo, funcionarios del INM tenían retenidos dentro de sus instalaciones a casi 3.500 migrantes, de los cuales 1.200 eran de nacionalidad cubana.
Ante la gravedad de la situación, el viernes, isleños radicados en Florida se dieron cita frente al consulado mexicano en Miami para protestar por los maltratos que están recibiendo sus compatriotas en cárceles del país azteca.
Más de 600 cubanos han sido deportados de México a la Isla en lo que va de 2019 y los que todavía permanecen en esa nación están expuestos a ser detenidos, debido a que las autoridades continúan negando la expedición de los salvoconductos necesarios para transitar legalmente hasta la frontera con Estados Unidos.
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