Para los vecinos de la capitalina Habana Vieja la basura es un problema con el que tienen que lidiar a diario, sin ayuda de las autoridades locales o provinciales y sin importar las "lujosas inversiones" del Estado cubano.
“Aquí, aunque se recoja todos los días, la basura sigue siendo un problema”, declaró a CubaNet una residente de la calle Amistad.
Según la habanera, a pesar de la presencia en la Isla -desde abril- de 24 camiones recolectores de basura importados de Japón, ya son muchos años “viviendo en la mierda”. Los moradores de Amistad, igualmente, tienen que tratar con el agua verde que se estanca en uno de los tantos huecos de la acera.
La problemática situación no culmina solo con la correcta recogida de la basura, sino también con la higienización de las calles. “Porque si ya tenemos la suerte de que nos recojan la basura tres veces al día, ahora tienen que limpiar un poco, ¿no?”, manifestó Álvaro, otro de los vecinos.
Según el cubano, en el área persiste un mal olor que -para él- es responsabilidad de “los hombres que orinan” detrás de los latones de basura y de la putrefacción de los desechos que secretan un líquido nauseabundo, el cual se va acumulando debajo de los tanques y en las esquinas. Por último, hace mención de las “aguas de lluvia o de fosa”, que se concentran en los desniveles.
Mientras tanto en la calle Aguacate, los residentes se quejan por la propia posición de los latones de basura. “El mismo delegado se opuso a que los moviéramos de lugar”, denunció al medio una de las trabajadoras del círculo infantil que se encuentra cerca.
La cubana subrayó que por causa de esta negativa, las moscas pueden llegar hasta los salones de clases, poniendo en riesgo a los niños. Incluso, relató que otros residentes de la zona trasladaron la queja hacia las oficinas de Planificación Física y el delegado terminó llevándolos a la policía.
La frase “la basura se come a La Habana” se hace cada vez más recurrente entre los capitalinos.
Datos oficiales aseguran que los más de 2,1 millones de habitantes de La Habana generan diariamente unos 23.000 metros cúbicos de desechos sólidos y que es "insuficiente" el transporte para recogerlos.
Una situación alarmante si se considera que la presencia prolongada de basura en la calle, sumada a las altas temperaturas tropicales, deriva en la contaminación del suelo y las aguas, además de conllevar peligros para la salud humana.
Desde su llegada al poder, Díaz-Canel estableció que una de sus metas era prestar especial atención al problema de la basura en la capital. En una reunión del Consejo de Ministros, efectuada el pasado junio, el mandatario dijo tener “esperanzas en los habaneros” y querer solucionar el tema “aunque sea con pocos recursos”.
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