Hoy día 15 de mayo es el cumpleaños de mi mamá. Previendo la descomunal escasez que hay en todo el país, y teniendo en cuenta que también el domingo pasado era el día de las madres, salí con varios días de antelación a ver qué aparecía.
Las tiendas todas están totalmente desprovistas de alimentos, independientemente de los abusivos precios en comparación con la pésima calidad de los productos.
Comestibles no hay en ninguno de los mercados. Las neveras se encuentran desconectadas de la corriente y vacías, sin climatización dentro de la tienda, y los trabajadores con poco contenido de trabajo, lo cual por supuesto no depende de ellos.
Hace varios días atrás sacaron a la venta unos pomos de aceite, lo que derivó en golpes, tirones de cabello y la -ya acostumbrada- tardía intervención de los agentes policiales.
En la calle con los cuentapropistas tampoco se resuelve nada pues, sin razón aparente, prohibieron la venta de carne de cerdo a los particulares. Pero tampoco la comercializan las empresas estatales.
En fin, una guerra que parece no tener “pies ni cabeza” y de la que nosotros, el pueblo cubano, somos los que pagamos el precio de la mala administración que existe en este país.
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