Daniel Llorente, el opositor cubano que irrumpió con una bandera estadounidense en una manifestación oficialista en la Plaza de la Revolución, el 1 de mayo de 2017, ha sido expatriado por el régimen de La Habana rumbo a Guyana y con una amenaza: si regresa, lo van a “desaparecer”.
El viernes, el disidente relató por vía telefónica a Martí Noticias que agentes de la Seguridad del Estado lo habían sacado de su casa durante la madrugada y lo habían trasladado en un auto hasta el Aeropuerto José Martí.
Una vez allí, lo acercaron al mostrador de Aruba Airlines, donde le “arreglaron” un vuelo a Guyana. Poco después lo acompañaron hasta la aeronave, y entonces le hicieron la mencionada amenaza.
La cadena informativa quiso obtener información de primera mano sobre el caso, para lo cual contactó con la Cancillería de Guyana y la aerolínea que trasladó a Llorente. En el primer caso, dieron acuse de recibo de la petición, mientras que la línea aérea anunció una respuesta “personalizada” en un plazo de “entre 24 y 48 horas”.
Su denuncia ahora, desde el país sudamericano, ha sido posible gracias a la cortesía de un cubanoamericano que se encontraba en gestiones en Georgetown, y que al conocer su caso –no tenía allí ni dónde alojarse ni cómo comunicarse–, le ofreció un alojamiento y le permitió usar su celular.
Este modo de proceder del régimen con Llorente, abocándolo al destierro, no es nuevo. Ya en febrero pasado la Seguridad del Estado obligó a salir hacia Guyana a otro disidente, Eliecer Góngora, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba, en Jobabo, Las Tunas.
En los últimos meses el asedio contra Llorente se ha intensificado. El pasado 9 de abril fue detenido junto a su hijo cuando se dirigían a la sede de la Unicef en La Habana. Fue el segundo arresto en menos de una semana.
Ambos habían sido interceptados días atrás cuando iban al Museo de la Disidencia Cubana para una sesión de fotos, que debían formar parte de un homenaje que se le haría a Llorente en la Bienal de La Habana, a iniciativa del artista plástico Luis Manuel Otero Alcántara.
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