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Javier Larrondo, fundador de la ONG Defensores de los Presos Cubanos, es uno de los promotores de la demanda interpuesta contra Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel ante la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.
La citada organización, junto a la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), ha denunciado al gobierno cubano por esclavitud, basada en la situación de los cooperantes que Cuba envía a un centenar de países de todo el mundo.
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Según la reclamación puesta, médicos y otros profesionales son una herramienta del régimen, que los considera como su propiedad, para recibir beneficios y mantener la “dictadura”.
Entrevistado por el diario francés Le Point, Larrondo asegura que “las autoridades cubanas han engañado a la izquierda durante décadas”.
En su criterio, su fuerza se basa en “una doble dinámica diplomática, la de la llamada superioridad moral del socialismo, y la de los médicos cubanos que falsifican las estadísticas de los países en los que trabajan para garantizar a sus representantes en los organismos sanitarios internacionales”.
Interrogado acerca de por qué se presenta esta demanda ahora y no antes, Larrondo reveló que hace tiempo tratan de defender los derechos de los cubanos. Pero tras muchos estudios, resolvieron que dentro de la Isla no hay forma de atacar al gobierno en cortes internacionales, “porque no han firmado ningún acuerdo o tratado internacional que les permita ser juzgados”.
“El único talón de Aquiles de la Isla era que estaba exportando lo que hacían dentro. Así que empezamos a estudiar las misiones. (…) Brasil era una mina de oro de quejas, casos, juicios... Nos pusimos en contacto con abogados y pudimos reunir muchas pruebas sobre el programa Mais Médicos allí. Pero tenemos testimonios de diez países: Botswana, Arabia Saudita, Venezuela, Guatemala, Bolivia…”, añadió.
Acerca de la represión interna, Larrondo afirmó que la sociedad está muy controlada y no posee recursos económicos ni mediáticos para organizarse.
“La estrategia de las autoridades cubanas, un poco como lo que está ocurriendo ahora en Venezuela, es empobrecer a la población. Las clases medias se han ido, quedan los más pobres, para quienes es más difícil manifestarse, son los más fáciles de reprimir”, explicó.
“La represión es muy fuerte. Pero hay una luz, hay esperanza. Unpacu es una organización de derechos humanos en Cuba que, por primera vez, ha llegado a tener miles de activistas. Pero seamos realistas: el régimen la está aplastando, tienen 50 prisioneros políticos. No podemos decir que Unpacu triunfa. Está creciendo, pero aún queda mucho camino por recorrer”, dijo.
Para Larrondo, la actual crisis que atraviesa Venezuela tendrá su efecto en Cuba. “Nada se moverá en Cuba hasta que Nicolás Maduro caiga, ya que es la fuente de ingresos de la Isla. Esto podría conducir a un debilitamiento ideológico en las filas del poder, que algunos miembros se darían cuenta de que se encuentra en un callejón sin salida”, concluyó.
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