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El joven diputado a la Asamblea Nacional, Luis Ángel Adán Roble, ha acusado a los medios independientes cubanos de "tergiversar la información".
Luis Ángel, quien recientemente aseguró no estar de acuerdo con Mariela Castro en que la marcha independiente de la comunidad LGTBI+ cubana fuera financiada desde el extranjero, ahora asegura que los medios "hacen parecer que los que hoy ocupamos cargos en altas esferas del estado somos contrarios, enemigos de las personas LGBTI, con el objetivo de crear descontento y negatividad hacia nosotros".
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El diputado ha hecho varias aclaraciones en su perfil de Facebook porque. Según dijo, era su turno de "aclarar y denunciar" en las redes sociales.
Primeramente se refirió a su más reciente visita a Bogotá, Colombia, para participar en el IV Encuentro de Líderes LGBTI de las Américas. "No fue un regalo, la invitación llegó por parte de los organizadores el día 9 de marzo de 2019. Los gastos fueron cubiertos por el evento", dijo.
También aseguró que ha recibido "consejos" y "amenazas" de personas que participaron en la marcha del 11 de mayo en La Habana. "Cualquier cosa que me pase o a mi familia, LOS HAGO RESPONSABLE!!!", aseguró.
Para concluir, Luis Ángel dijo que se declaraba "contrario a cualquier forma de violencia, incluida la de palabra".
"Cuba es un Estado que vela por la seguridad y derechos de sus ciudadanos, incluidos los de personas LGBTI al ser Cuba el 9no país que incluye en Rango Constitucional los derechos de personas LGBTI", mencionó.
No obstante, el joven diputado omitió la violencia que agentes de la Policía y la Seguridad del Estado cubano cometieron con varios de los marchantes el sábado 11 de mayo en La Habana.
En el evento en Colombia, el diputado cubano ya había dado su opinión de la marcha, bastante alejada de la que dio inicialmente.
Después de que el Cenesex cancelara la tradicional conga Luis Ángel se refirió a la marcha independiente: "Es un error politizarla y decir que fue orquestada desde el extranjero, nada más alejado de la verdad, pues son jóvenes trabajadores, estudiantes, revolucionarios, muchos de ellos conocidos y amigos, los que hicieron el llamado".
En Bogotá su declaración distaba mucho de anterior: pudieron ser “pagados”, sugirió.
“No solo se trata de grupos religiosos, sino que también a estos llamados activistas se les paga a menudo para celebrar este tipo de evento... No estoy diciendo que todos los que acudieron fueron pagados o algo así”, matizó.
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