Los accidentes de tránsito en calles y carreteras se cobraron en los últimos días la vida de 11 personas en Cuba, que ha vivido una semana especialmente trágica.
Además de las víctimas mortales, más de 20 personas sufrieron heridas de diversa consideración que requirieron asistencia médica.
En la madrugada del pasado domingo ocurrió la primera tragedia, cuando un almendrón se subió a la acera en la céntrica esquina de 23 y Malecón, en el Vedado, y atropelló a las personas que se encontraban allí.
El hecho dejó inicialmente tres fallecidos y 23 heridos, pero en los días siguientes murieron dos personas más.
Apenas 24 horas después, otro accidente enlutó al municipio Mayarí, en Holguín, donde chocaron un ómnibus Yutong y un jeep, lo que ocasionó la muerte de otras tres personas. Hasta el momento no se han revelado las causas del siniestro.
Como si no fuera suficiente, el miércoles tres cubanos más perdieron la vida en el kilómetro 291 de la Autopista Nacional, en una zona perteneciente a Placetas, Villa Clara, tras la colisión entre un Moskvich y un microbús de carga. Además, cinco personas resultaron heridas.
Entrevistado en la televisión oficialista, Reinaldo Becerra, secretario de la Comisión Nacional de Seguridad Vial, opinó que “las multas no son la solución” al problema, el cual solo se resolverá con “responsabilidad” al conducir.
Es cierto que las indisciplinas al manejar son causa frecuente de accidentes. De hecho, el chofer del almendrón que subió a la acera del Malecón estaba bajo los efectos del alcohol y acumulaba un extenso registro de multas de tránsito “por violaciones de mayor peligrosidad”.
Pero muchos ciudadanos se quejan de la ineficiente labor de la policía ante conductores así. Es el caso de Omar, quien vive cerca del Malecón y suele ver choferes borrachos en la madrugada por toda la ciudad.
“¿Y la policía? De vacaciones, en vez de estar con alcoholímetros. Incluso si el culpable del accidente fue un conductor negligente, que había ingerido bebidas alcohólicas y venía conversando y con música alta, el gobierno tiene responsabilidad, porque no es exigente con los infractores ni les da la suficiente importancia a los problemas técnicos que tiene la mayoría del envejecido parque automotor cubano”, dijo a CiberCuba.
A ello se suman las malas condiciones de las calles y carreteras, con enormes baches, deficiente señalización y escasa iluminación.
“Muchos desastres se evitarían si no existieran las regulaciones para comprar un vehículo en otro país y entrarlo a Cuba. Seguiremos con carros que se caen a pedazos, cuando podríamos comprarle unos nuevos tal vez a China, y venderlos a precios razonables. Así, podrían recoger los almendrones para chatarra o para ponerlos en un museo. Que no justifiquen más con el bloqueo, que por eso no avanzamos”, afirmó Teresa, una cuentapropista.
Los accidentes de tránsito continúan siendo la quinta causa de muerte en la Isla, donde en 2018 se reportaron 10.070 hechos, que ocasionaron 683 muertos y 7.730 heridos, según datos de la Comisión Nacional de Seguridad Vial.
El año pasado ocurrió un siniestro cada 52 minutos. 2019 no va camino de ser un año con menos eventos si la situación continúa como hasta ahora.
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