La heladería Coppelia, situada en las céntricas calles habaneras L y 23, reabrirá su servicio el próximo junio con “no menos de 10 sabores”, aseguraron autoridades de la capital a la oficialista Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Si bien aseguran alrededor de 10 variantes de helado para la reapertura de la instalación de 23, la meta es que la fábrica produzca los 50 sabores que antaño comercializaba Coppelia, indicaron los directivos al medio citado.
A propósito, en marzo, el gobernante Miguel Díaz-Canel manifestó su deseo de que la fábrica de helados volviera a contar con la oferta de su inauguración, cuando el fallecido dictador Fidel Castro la lanzó.
Las autoridades aspiran también a que Coppelia recupere la producción de potes de helado, que hace un buen tiempo dejaron de circular en los mercados.
Para esto, subrayan, han llevado a cabo una reparación capital no solo de la instalación de 23, sino también del área productiva.
Lo cierto es que la fábrica y heladerías de Coppelia han dado mucho de lo que hablar en las últimas décadas, pero no en el buen sentido. La mala calidad del helado, la escasa variedad de las ofertas y las largas colas para alcanzar un poco de este helado han sido materia corriente para los cubanos.
Al momento de su cierre, la fábrica solo producía 8.000 galones de los surtidos Coppelia y Varadero, un número muy alejado de la demanda de La Habana, una ciudad con más de 2 millones de habitantes.
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