Encuesta oficialista sobre las causas de accidentes en Cuba excluye el mal estado de las calles y la antigüedad de los autos

El portal web oficialista Cubahora ha publicado una encuesta para que los usuarios seleccionen las principales causas de los accidentes de tránsito en Cuba.

Llama la atención que entre las opciones a marcar no hay ninguna relacionada con el mal estado de las calles y las carreteras de la Isla, la antigüedad y el deterioro de los autos y la ausencia de un mercado que provea a sus propietarios de piezas de repuesto.

Solo existen cinco supuestos, y todos se refieren a la responsabilidad personal de los choferes en los siniestros.

Ellos son: la falta de atención al manejar, el exceso de velocidad, el irrespeto al derecho de vía, los desperfectos técnicos y conducir en estado de embriaguez.

Este tema es particularmente sensible para el pueblo cubano por las pérdidas humanas y materiales que ocasiona. En los últimos días la prensa oficialista ha reportado la incidencia de varios hechos de este tipo. Particularmente trágica resultó la semana pasada, cuando murieron 11 personas y otras veintitantas sufrieron heridas de diversa consideración.

También la página web de la emisora Radio Cadena Agramonte, de Camagüey, reveló este jueves que entre enero y abril de 2019 hubo180 accidentes en las carreteras del territorio, y enumeró entre sus causas conducir bajo los efectos de alcohol, no prestar atención al manejar, el exceso de velocidad, los adelantamientos indebidos y las imprudencias de los peatones.

Entrevistado en la televisión oficialista, Reinaldo Becerra, secretario de la Comisión Nacional de Seguridad Vial, opinó que “las multas no son la solución” al problema, el cual solo se resolverá con “responsabilidad” al conducir.

Sin embargo, muchos cubanos se quejan de aspectos que no denuncia la prensa, como las malas condiciones de las calles y carreteras, con enormes baches, deficiente señalización y escasa iluminación.

Además, critican la ineficiente labor de la policía ante la irresponsabilidad de los conductores, la suavidad de las penas para los infractores, y la dejadez del gobierno, que no da alternativas a los dueños de vehículos para sustituir sus viejos carros.